Autocrítica, quejas y catarsis en un encuentro sobre la calidad en la Justicia
04/05/2018. Noticias sobre Justicia > Noticias de Argentina
Los magistrados expresaron su preocupación por las encuestas que dan cuenta de su mala imagen ante la sociedad
Más de 40 jueces federales y provinciales participaron ayer de la jornada "Experiencias Exitosas y Resultados de la Implementación de Calidad", organizada por el Ministerio de Justicia, para rendir cuentas de la aplicación del Programa de Calidad Institucional de ese organismo que los invita a que obtengan la certificación de normas de calidad internacional ISO 9001. Pero allí, además de exponer los resultados logrados, los jueces se hicieron eco de las críticas de la opinión pública, defendieron su trabajo y debatieron soluciones.
"Calidad en la Justicia para mejorar la relación con la gente y puertas adentro", sostuvo el ministro de Justicia, Germán Garavano, en un breve discurso que compartió con la audiencia, luego de felicitar a los magistrados que hoy integran la lista de 89 organismos judiciales certificados o en vías de certificación de las normas ISO 9001.
"A veces la Justicia queda etiquetada por algunos casos, algunas gestiones, algunos jueces con algunas decisiones, y me parece que la forma de cambiar eso es lograr que en la oficina judicial se trabaje bien", agregó Garavano.
Un momento particular se dio en el panel que compartieron los jueces federales Ariel Lijo y Marcelo Martínez Di Giorgi, que lograron la certificación de la mano de la cartera de Garavano.
Lijo, por su parte, se mostró un tanto molesto con las encuestas que reflejan la merma de la imagen de la Justicia porque, según el juez federal, son sesgadas. Martínez Di Giorgi, en cambio, pidió disculpas a sus colegas por ser la "causa principal" de la mala percepción sobre el trabajo judicial.
"Si no advertimos que los problemas en la Justicia son sistémicos, lo único que vamos a lograr es una decepción aún mayor", apuntó Lijo en la presentación que brindó a sus colegas para mostrar los resultados del programa en su juzgado.
"Yo no tengo miedo a que nadie me mire. La gestión pública tiene que ser auditada por naturaleza", sostuvo el juez de Comodoro Py y remató: "No hace falta que nos auditen, nos auditamos solos", dijo en aparente referencia al relevamiento de causas de corrupción realizado por el Consejo de la Magistratura.
Así, entre gestos de complicidad y chistes con su colega federal, relató el proceso de auditorías a las que sometió a su equipo de trabajo para lograr la certificación, y destacó como resultados desde la mejora en los tiempo procesales de su tribunal, cambios en la infraestructura edilicia, planillas de control de trabajo, la confección de manuales de procedimiento y hasta el descubrimiento de nuevos talentos.
"La Justicia no puede seguir trabajando con procesos y estructuras ancestrales del siglo XIX. Tenemos que acelerar los tiempos, pero siempre cuidando la calidad del servicio", concluyó.
En diálogo con LA NACION, el juez salteño Gabriel Chibán resaltó sobre la implementación de las normas ISO en los juzgados: "Es un desafío muy grande. Permite verte hacia dentro, permite volver a revisar y controlar. En mi juzgado nos permitió pararnos desde el mostrador. Ayuda a mejorar la imagen de nuestro trabajo y de la Justicia en general que está pasando un momento difícil. Es un compromiso hacia el ciudadano".
Sobre las críticas de la opinión pública, el magistrado señaló que habría que distinguir los distintos fueros porque "no todos los reclamos son iguales". No obstante, remarcó que "la responsabilidad es de todos" y "es un desafío enorme mejorar la imagen de la Justicia que no es solo un servicio, sino un poder del Estado". Para Chibán hay que apostar a la tecnología para democratizar a la Justicia.
Por su parte, la jueza federal de la Seguridad Social, Alicia Braghini, dijo a LA NACION: "La Justicia tiene una imagen tan negativa que peor no podemos estar. Entonces, lo positivo es que todo lo bueno que podamos hacer se va a ir destacando y haciendo la diferencia. Los normas ISO son un ejemplo".
"El ciudadano le ha perdido el miedo al juez y conoce cómo ejercer sus derechos. Nosotros tenemos la obligación de informar qué hacemos y qué hay del otro lado del mostrador", sostuvo la jueza.
Por: María Belén Álvarez Echazú -LA NACION