Ampliación Parque La Vega, azotado por la delincuencia
06/12/2021. Noticias sobre Justicia > Noticias de Salta
Los robos en el barrio crecieron exponencialmente en los últimos meses. Los asaltos perpetrados por motochorros son cada vez más comunes en este lugar.
Los vecinos del barrio Ampliación Parque La Vega (San Calixto) desde hace meses que vienen denunciando que la inseguridad creció de manera descomunal después de la pandemia.
Las paradas del colectivo, las calles o algún quiosco son los lugares "marcados" o preferidos por los delincuentes a la hora de consumar un hecho criminal. La falta de presencia policial y de iluminación es señalada por los vecinos como la principal deficiencia. Algunos vecinos señalan que el barrio es "refugio de la delincuencia" o vía de escape de malvivientes.
Los residentes de esta barriada de zona sur expusieron su preocupación ante la consulta de diario El Tribuno que se acercó a conocer sus historias. La ola de robos en la vía pública se incrementó de manera desmedida y la presencia de "motochorros" crece día a día.
La modalidad delictiva ya es conocida por todos. Una persona se acerca caminando para observar a la víctima y ver que objeto puede sustraer. Al costado, otro individuo en moto hace de apoyo y espera que se concrete el hecho. Una vez que se realiza el robo, el que está a pie se sube en la moto y ambos desaparecen por las calles del barrio. Lo más buscado por los delincuentes son los celulares, aunque también buscan robar billeteras o carteras.
Los vecinos del lugar denuncian que las paradas de colectivos son una verdadera "boca de lobo", queriendo ejemplificar que son los lugares más peligrosos. Comentan que son inseguras y que no están iluminadas correctamente por lo que los pasajeros se transforman en una "presa fácil" para los malhechores.
Las calles también son una amenaza. La falta de alumbrado público y los altos pastizales hacen que los vecinos se sientan inseguros cuando caminan por las calles del barrio. Muchos padres se convirtieron en custodios de sus hijos, ya que por la creciente inseguridad decidieron acompañarlos a las paradas de colectivos.
"Está zona antes era muy tranquila, pero en el último tiempo empezaron los robos así que los vecinos de esta cuadra empezamos a colocar cámaras para poder contrarrestar a los delincuentes. Yo tuve que poner una en mi negocio y mantener las rejas cerradas. El otro día había un cliente comprando y se acercó otra persona. Yo pensé que estaba viendo si tenía cigarrillos pero cuando el otro sacó la billetera, se la quitó de las manos, salió corriendo y se subió a una moto, no lo vimos más", expresó Daniel, el dueño de un quiosco.
El quiosquero denunció que los delincuentes que azotan al barrio vienen desde otras zonas y que ya conocen cuáles son los lugares por los que no pasa la policía y no hay buena iluminación.
Los vecinos tienen miedo y afirman que reina la impunidad. Aseguran que la solución sería que haya más presencia policial. En el último tiempo se sumó una preocupación más. Los robos son cada vez más violentos y los delincuentes muchas veces para robarles las pertenencias a los vecinos terminan golpeándolos.
"El otro día le pegaron a una chica en la parada, la "ramiaron' por el suelo para robarle el celular. Uno no sabe ya como salir a la calle. Ya tenemos miedo de salir, sobre todo, porque sabemos que los delincuentes vienen borrachos o drogados. Acá necesitamos más patrulleros y más policías en la calle. Este barrio se ha vuelto muy inseguro", expresó David, el dueño de una verdulería.
Cecilia estaba en la parada junto a su marido e hija. Estaban esperando el colectivo. Ella, al igual que su esposo, recientemente fueron víctimas de un hecho de inseguridad. La mujer, mientras esperaba el colectivo a las 6 de la mañana fue atracada por un delincuente que salió desde un terreno baldío. Mientras que César, fue golpeado a traición por la espalda por un delincuente cuando se iba a trabajar. Ambos pudieron "zafar", pero ya quedaron con ese temor que queda cuando se vive una experiencia de robo.
"Yo ya tengo miedo de salir a la calle sola. Es una sensación horrible la que tengo y es feo tener que acostumbrarse a vivir así. Cuando tengo que ir a comprar o a tomar el colectivo le pido a mi marido que me acompañe. Lo mismo pasa con mi hija, ella ya tiene 16 años y no la dejamos que ande sola por el barrio, es muy peligroso. No queremos que pase lo mismo que pasamos con mi marido. Nosotros somos grandes, pero ella siendo tan chica, ¿cómo puede reaccionar?", finalizó Cecilia.
Grupos de WhatsApp
Los vecinos están cansados de la ola de robos en el barrio. Es por eso que decidieron armar un grupo de WhatsApp para alertar sobre los hechos de inseguridad a los residentes de la barriada. Organizados por zonas, las personas que viven en la Ampliación de Parque La Vega intentan ponerle un freno ellos mismos a los malhechores.
“Por los grupos de vecinos nos pasamos las fotos de los delincuentes que sacamos de nuestras cámaras de vigilancia. También alertamos cuando hay robos en alguna parada o en la calle, sobre todo para salir a asistir a las víctimas. Es un grupo que lo formamos para cuidarnos entre nosotros porque la policía no lo hace”, expresó Daniel, el dueño de un quiosco.
Los vecinos cuentan que los grupos de WhatsApp se han vuelto indispensables para la convivencia. En ellos, no solo se dan apoyo y se buscan soluciones, sino que también se han transformado en un lugar para escrachar a los ladrones.
“En el grupo de mi zona publicamos cosas para vender, pero también para alertar a los vecinos de un robo. Por ahí sabemos que no es mucho porque los delincuentes siguen viniendo, pero nos sirve para avisar a otros vecinos que están asaltando o hay chorros en un lugar. Es una manera de organizarnos y estar alertas, porque los delitos son cada vez más y la verdad ya tenemos miedo de salir solos de noche”, comentó Marcos.
Fuente de la Información: El Tribuno