Presidentes y vicepresidentes en conflicto: cuatro décadas de tensiones en Casa Rosada
01/08/2025. Noticias de Interés > Noticias de Argentina
De denuncias de corrupción a votos en contra y cartas públicas, los desencuentros entre presidentes y vicepresidentes en Argentina marcaron la política de los últimos 40 años
En la historia reciente de Argentina, la relación entre presidente y vicepresidente rara vez fue solo protocolar. Desde 1983, varias duplas terminaron enfrentadas, generando tensiones que sacudieron la política nacional e incluso provocaron crisis de gobernabilidad
La primera gran ruptura llegó con Carlos Menem y Eduardo Duhalde. Aliados en el triunfo de 1989, pronto chocaron por estilos y ambiciones: el riojano buscaba centralizar poder y el bonaerense reclamaba protagonismo. El desenlace fue la salida de Duhalde de la vicepresidencia en 1991 para asumir la gobernación de Buenos Aires y construir su propio camino político.
En 1999, la llegada de la Alianza prometía un nuevo comienzo. Sin embargo, el vínculo entre Fernando de la Rúa y Carlos “Chacho” Álvarez se quebró cuando estalló el escándalo por presuntos sobornos en el Senado para aprobar la reforma laboral. Álvarez denunció corrupción y, al no encontrar respaldo del presidente, renunció en 2000. La salida debilitó al gobierno y fue uno de los factores que anticiparon la crisis de 2001
Años después, la tensión se repitió. Néstor Kirchner y Daniel Scioli convivieron con frialdad entre 2003 y 2007. Kirchner relegó al vicepresidente, a quien veía “demasiado moderado”. El malestar terminó con Scioli “exiliado” en la provincia de Buenos Aires, donde inició su propia carrera.
Uno de los conflictos más recordados se produjo en 2008. Julio Cobos, vicepresidente de Cristina Fernández de Kirchner, emitió el histórico “voto no positivo” en el Senado contra la resolución 125, que fijaba retenciones móviles al agro. Desde entonces, el mendocino quedó marginado del Ejecutivo y pasó los tres años siguientes convertido en un “vice opositor”.
La propia Cristina enfrentó más adelante un vínculo deteriorado, pero en sentido inverso: ya como vicepresidenta, se distanció de Alberto Fernández. Aunque fue quien lo impulsó a la presidencia en 2019, la relación se rompió entre cartas públicas, reproches sobre la economía, la Justicia y el acuerdo con el FMI. El quiebre dejó a la gestión casi paralizada.
Hoy, las miradas se posan en la dupla Javier Milei – Victoria Villarruel. Aún sin un quiebre abierto, la relación muestra chispazos: diferencias sobre temas de seguridad, agenda militar y designaciones en el Senado anticipan que la tensión podría crecer. La historia demuestra que, en Argentina, la fórmula presidencial suele ser solo el comienzo de una trama política compleja: las segundas líneas no siempre acompañan, y las ambiciones propias muchas veces terminan convirtiendo la convivencia en una pulseada de poder.
Fuente de la Información: El Once TV