Para el “enfriamiento” de la droga ingresada de Bolivia, Salta es clave
01/12/2025. Noticias sobre Justicia > Noticias de Salta
El juez Federal 1 de Tucumán, Guillermo Díaz Martínez, procesó con prisión preventiva a un ciudadano boliviano y su hijo, por coordinar la logística de un cargamento de más de 150 kilos de cocaína trasladado de la frontera a Tucumán
El titular del Juzgado Federal N°1 de Tucumán, Guillermo Díaz Martínez, procesó con prisión preventiva a un ciudadano boliviano y a su hijo, acusados de organizar y coordinar la logística de un cargamento de más de 150 kilos de cocaína trasladado desde la frontera hasta la provincia de Tucumán.
Además, dispuso un embargo de 50 millones de pesos para cada uno. La Fiscalía Federal N°2, sostiene que padre e hijo actuaban como organizadores de un circuito transnacional de tráfico de drogas, con puntos estratégicos de operación en Salta y Jujuy.
La maniobra en ruta y los primeros detenidos
El caso se inició el 26 de enero de 2025, cuando una camioneta Toyota Hilux evadió un control de Gendarmería Nacional en el kilómetro 896 de la Ruta Nacional 34.
Tras una persecución y un operativo de rastrillaje, el vehículo fue interceptado.
En su interior se hallaron cinco bultos con 150 paquetes de cocaína estampados con la figura de un delfín, con un peso total de 155,6 kilos.
Los cuatro ocupantes —tres de ellos bolivianos— fueron detenidos.
Al inspeccionarse el vehículo se secuestró también dinero en distintas monedas, chips telefónicos argentinos y bolivianos, teléfonos celulares y documentación bancaria.
Rol clave de Salta y Jujuy en la operación
Los avances de la causa revelaron que la organización utilizaba distintos puntos de Salta y Jujuy como zonas de acopio, cruce y coordinación, antes de bajar la droga hacia Tucumán y otras provincias.
Los investigadores señalaron que antes del viaje en el que fueron detenidos habían permanecido doce días en la ciudad fronteriza de La Quiaca (Jujuy), donde aguardaron instrucciones y participaron de tareas preparatorias.
Explicaron que la droga era trasladada desde Bolivia hacia Argentina por pasadores que cruzaban la frontera por caminos alternativos de tierra, en zonas donde no hay señal telefónica, por lo que se utilizaban handys y comunicación satelital.
Una vez que la sustancia ingresaba al país, era concentrada en distintos puntos de la franja limítrofe jujeña y posteriormente en sectores del norte salteño, desde donde se organizaba la bajada hacia rutas nacionales.
Los colaboradores describieron además que había viajado, el principal imputado, desde Buenos Aires hasta Salta y luego hasta Jujuy para supervisar el cruce de los pasadores y coordinar el traslado simultáneo de los vehículos involucrados: una camioneta propia, otra utilizada por los transportistas y un Peugeot 208 manejado por su hijo, que actuaba de “coche puntero”.
Fuente de la Información: Nuevo Diario