Hay 48 niños, niñas y adolescentes que esperan una familia
10/11/2025. Noticias sobre Justicia > Noticias de Salta
Adopción en Salta: entre la urgencia de las infancias y las deudas de la sociedad. El programa Guardianes de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes y la Secretaría Tutelar del Poder Judicial realizarán una charla el 11 de noviembre
El 11 de noviembre a las 17 horas se realizará la charla virtual “Adopción: el derecho a vivir en familia”, organizada por el programa Guardianes de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, en articulación con la Secretaría Tutelar del Poder Judicial.
La actividad busca brindar información clara sobre el proceso de adopción en Salta, desmontar mitos, compartir testimonios y convocar a la ciudadanía a involucrarse en la restitución de este derecho fundamental.
En Salta hay 48 niños, niñas y adolescentes con medidas judiciales de adoptabilidad.
Además hay 16 legajos, de personas adultas con la evaluación aprobada para poder adoptar. Mientras que, ocho postulantes están en período de evaluación.
Salta/12 conversó con Sol Villena, directora de Articulación y Capacitación de la Secretaría de Fortalecimiento Sociocomunitario del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia. Es licenciada en Ciencias de la Comunicación y profesora en Ciencias de la Educación por la Universidad Nacional de Salta.
Pero además de su rol institucional y perfil profesional, Villena es mamá por adopción, lo que le permite referirse a este tema desde su experiencia personal.
“Hoy es importante hablar públicamente de adopción porque tenemos más de 2.200 niños, niñas y adolescentes en situación de adoptabilidad con una medida judicial ya tomada. Esto es a nivel nacional. La mayoría tiene entre 7 y 17 años y está atravesando su infancia y adolescencia en dispositivos de protección, esperando que el Estado, la sociedad y la comunidad, todos y todas, podamos restituirles un derecho que se les ha vulnerado”, sostuvo Villena.
En Salta, el Registro de Aspirantes a Guarda con Fines Adoptivos está gestionado por la Secretaría Tutelar del Poder Judicial. Allí se inicia el proceso de inscripción, evaluación y acompañamiento. El equipo cuenta con psicólogos y trabajadores sociales que acompañan durante todo el proceso, incluyendo el período de guarda, que dura seis meses y es clave para fortalecer el vínculo. Cumplido ese tiempo, los futuros adoptantes pueden decidir continuar o no con el proceso, y durante esos meses se acompaña a toda la familia para que el vínculo pueda consolidarse.
El derecho a vivir en familia
La Convención sobre los Derechos del Niño, a la que Argentina adhiere, también las leyes nacionales y provinciales que conforman el marco normativo vigente, reconocen a niños, niñas y adolescentes como sujetos de derecho y que la vida en familia es un derecho.
Vivir en familia “les permite crecer, desarrollarse en un seno familiar y eso es lo que va a garantizar que sean cuidados, que reciban el afecto, la contención, la protección”, destacó Villena. “Y resguardando sobre todo el interés superior de los niños, niñas y adolescentes. Entonces sí es un desafío”, añadió.
Pero ese derecho, en la práctica, se vuelve cada vez más difícil de restituir a medida que los chicos y chicas crecen.
Uno de los principales obstáculos en el proceso de adopción es la expectativa de adoptar bebés pequeños y sin problemas de salud. “Hay una mayor cantidad de adultos y adultas que son pretensos adoptantes y que buscan solamente adoptar bebés de 0 a 3 años y muchas veces un solo bebé y que sea sano. Cuando tenemos en los dispositivos, en los hogares, grupos de hermanos, de hermanitos, niños y niñas con discapacidad y que a medida que pasa el tiempo van creciendo”, advirtió Villena.
La mirada adulta sobre el tiempo también influye en esa exclusión. “Los adultos vemos como que el tiempo de la adultez es diferente al de las infancias. Entonces un niño que tiene hoy cuatro años, pasa muy rápido su infancia y lo que nos sucede en la infancia, nos queda grabado para toda la vida”, recalcó.
Por eso, insistió en que “si nos detenemos a esperar que solamente bebés sean adoptados, los niños que han pasado la edad de 4, 5, 7 años, todavía siguen esperando familias”.
Es un problema la creencia de que es “más difícil” o “complicado” adoptar niños y niñas grandes o adolescentes, señaló Villena. “Se tiene el imaginario de que vienen con una carga muy grande en sus historias; que va a ser muy difícil porque han tenido que pasar muchas vulneraciones; o que vienen con traumas o con situaciones que muchas veces los adultos y las adultas creen que no están preparados para afrontar”, explicó.
Sin embargo, aclaró que “eso es un mito” porque "tanto las personas adoptantes como los niños y los adolescentes que son adoptados ponen un esfuerzo (...) Eso es una ventaja (...) y de eso no se habla mucho”.
"Necesitamos aprender a contener, a acompañar, a cuidar, a reparar, a sanar Y eso es tarea de los adultos, de las adultas, y sí es un gran desafío, pero que se puede llevar adelante”, enfatizó. Para Villena, "es súper importante pensarnos como personas que restituyen los derechos”.
Desmitificar ideas erróneas
Sol Villena advirtió que persisten muchas creencias equivocadas. “Nosotros en el 2020 realizamos un spot justamente para desmitificar mucho de estas ideas erróneas”, contó.
Uno de los mitos es que "se necesita tener una super casa, ser propietario, tener un buen sueldo para poder adoptar. Y por experiencia propia nosotros adoptamos cuando éramos inquilinos. La cuestión económica no es determinante a la hora de adoptar”, aseveró.
“Otra cosa es que se piensa que es un trámite súper engorroso, muy burocrático y la verdad que hay mucha falta de información, por eso también desde el programa de guardianes de los derechos de niños y niñas adolescentes, de la Secretaría de Fortalecimiento Sociocomunitario, hacemos estas campañas de sensibilización respecto a la adopción para dar información certera”, manifestó.
Por el contrario, según explicó, el trámite es sencillo. “Está todo el formulario en la página del Poder Judicial. Lo que te piden entra en media carilla. Lo que nos puede demorar un poco más es el trámite que uno hace en la Policía sobre antecedentes penales, que te puede tardar una semana o 15 días, pero eso es lo más engorroso. El resto es súper conseguible”.
Otro mito está relacionado con el estado civil. “Hay otras ideas, por ejemplo, de que hay que estar casados para poder adoptar. Eso es falso, porque hoy la ley (...) habla de familias en plural. Entonces puede ser monoparental, tener unión convivencial, puede ser un matrimonio igualitario o un matrimonio heterosexual”, detalló.
“Está la idea de romantizar la adopción como de que estoy salvando a un niño pobre, de que yo vengo a rescatar a un niño, de que voy a ser la mamá o el papá del corazón. Esas ideas romantizadas de la adopción también son erróneas y no contribuyen después a la construcción o a sostener los vínculos en las familias, porque como toda familia va a haber dificultades y vamos a tener que sostenerlo y vamos a tener que acompañarnos. Entonces romantizar no nos sirve para nada”, subrayó.
Involucrarse
No todas las niñeces logran acceder a una familia. Villena advirtió que hay situaciones urgentes, en las que no se encuentran perfiles disponibles en los registros provinciales ni en redes de otras jurisdicciones. “Se realizan convocatorias públicas y ese es el manotazo que se da para conseguir familia a grupos seguramente de hermanos, a chicos con algún tipo de discapacidad”.
En ese contexto, difundir esas convocatorias y acompañar a quienes militan por el derecho a la adopción se vuelve una forma concreta de involucramiento. “Compartir por lo menos las convocatorias públicas, seguir a los grupos en redes sociales que trabajan en pos de la adopción, es super importante. Dar a conocer también la información”. La funcionaria mencionó colectivos como Militemos Adopción o Adoptemos Niñes Grandes, que actúan en distintas provincias y sostienen el tema en la agenda pública.
Para quienes desean acercarse al proceso de adopción, Villena propone tres acciones concretas: informarse, compartir y participar. “Lo primero que hay que hacer es informarse claramente, tener información certera, acercarse a la Secretaría Tutelar, pedir información. Ahora es mucho más accesible”, sostuvo. En la página web del Poder Judicial (https://www.justiciasalta.gov.ar/es/aspirantes-a-guarda) existe un apartado específico donde se puede encontrar el número de teléfono, el correo electrónico y la dirección de las oficinas ubicadas en Ciudad Judicial.
Una deuda social
Villena insistió en que adoptar no es solo formar una familia, sino también asumir una responsabilidad social. No se trata únicamente del deseo de maternar o paternar, sino de reparar una deuda colectiva. “La adopción como un derecho que se tiene que restituir a las infancias y a las adolescencias. Es algo que como sociedad estamos adeudando a nuestras infancias”, indicó.
El camino a la adopción, explicó Villena, llega cuando todas las medidas previas han fracasado, "desde unas medidas de protección que fallaron, medidas excepcionales que fallaron, vulneraciones que siguieron afectando los derechos de estos niños, de estas niñas”.
Por eso, remarcó que no puede ser una opción de último recurso para quienes no pueden tener hijos biológicos. “Es la última chance que tienen los chicos y las chicas para poder crecer en un ambiente de familia, sano, de cuidado, de protección”. Y advirtió: “A veces lo tenemos como última opción, o ni siquiera eso, no lo tenemos como opción para formar familia”.
También interpeló los prejuicios que recaen sobre las infancias institucionalizadas. “Muchas veces pasamos por la vereda de los hogares que están acá en la ciudad y vemos niños, y a muchos de ellos los consideramos como problemáticos. Pero la realidad es que son niños que han sido muy vulnerados y que necesitamos como sociedad poder ayudar a que puedan tener infancia, familia, afecto, un hogar de contención”.
En este sentido Villena subrayó que en el ámbito educativo se deben revisar los supuestos que invisibilizan otras formas de familia: “Las escuelas también deberían hablar sobre el tema, no dar por sentado también que todos los niños y las niñas tienen mamá, tienen papá o que no son hijos”.
Desde su propia experiencia como madre adoptante, compartió una escena que revela la persistencia de esos estigmas: “Muchas veces a nosotros nos dijeron ‘bueno, ya vas a tener los propios’, como diciendo que mis chicos, mis hijos, mis hijas no son míos”.
“No tuve trabajo de parto. Los caminos son diferentes. Pero uno se convierte en madre y en padre, y los chicos se convierten en hijos y en hijas (...) Eso contribuye a devolverle a los chicos, a las chicas, lo que por muchos años han perdido: el tiempo de infancia”, sostuvo.
Fuente de la Información: Página 12