Escalada de violencia entre la Naval boliviana y trabajadores de frontera
23/07/2025. Noticias sobre Justicia > Noticias de Argentina
La situación más violenta se vivió este sábado en Bermejo, ciudad boliviana que limita con Aguas Blancas en Argentina, cuando trabajadores de frontera evitaron el secuestro de al menos una lona con mercadería.
Al menos $1500 millones de mercadería secuestrada en Bolivia
Un enfrentamiento que terminó con al menos 8 oficiales de la Naval Boliviana en la ciudad de Bermejo, en el límite con el pueblo argentino de Aguas Blancas, exhibió la complejidad de la situación que se vive en esta frontera, atravesada por las tensiones económicas de los países de la región.
Aunque el incidente ocurrió en suelo boliviano, en una zona donde el intercambio entre ambos países es muy fluido, lo que sucede en un territorio incide en el otro. De hecho, en el momento del enfrentamiento había trabajadores de frontera de ambas nacionalidades.
La cuestión principal radica en el contrabando de mercadería “prohibida”, que no solamente implica las sustancias ilegales como cocaína o marihuana, sino también productos de primera necesidad como alimentos.
El intercambio se define como contrabando a la inversa, que involucra la salida de productos nacionales de manera ilegal ante la depreciación de la moneda local. El inconveniente es que este intercambio afecta el abastecimiento interno y a la vez incide en el precio de la canasta básica en Bolivia.
El interventor de Aguas Blancas, Adrián Zigarán, señaló que las situaciones de violencia se vienen reiterando desde hace un tiempo.
Ese lapso coincide con los decretos supremos firmados en enero último por el presidente boliviano, Luis Arce, que instruyen a las fuerzas armadas de ese país para llevar a cabo un mayor control del contrabando y el llamado contrabando a la inversa.
En una conferencia de prensa que dio ayer el comandante del Área Naval de Bermejo, Edgar Zenteno, afirmó que en el cumplimiento de las instrucciones dadas en los decretos supremos 5402 y 5245, las Fuerzas Armadas de Bolivia secuestraron en “toda la jurisdicción de esta unidad, que son 130 kilómetros de frontera con Argentina en los ríos Bermejo y Grande de Tarija hasta las juntas de San Antonio”, mercadería valuada en 8.428.914 bolivianos. Este monto equivale a un poco más de 1.500 millones de pesos argentinos.
“Algún día van a matar a uno”
“Se tiran piedras del tamaño de un tamal. Algún día van a matar a uno”, describió Zigarán al hablar con Salta/12. Hablaba de los violentos hechos del sábado pasado en Bermejo, cuando pasadores o paseros de mercadería confrontaron a la Armada Boliviana (más conocida como Fuerza Naval de Bolivia) y evitaron que se lleven algunas lonas que se aprestaban a pasar por la frontera.
Zenteno, por su parte, afirmó en la conferencia que los “paseros” evitaron el secuestro de una lona en particular. Deslizó que esta podría haber contenido droga dada la protección especial que tuvo.
“Todos los días estamos realizando controles y cuidando y protegiendo la salida de productos alimenticios y mercadería prohibida. Ropa americana usada, telas y otros. Sin embargo, también hay contrabando a la inversa con verduras, fideos, arroz, frutas, huevos, aceites y bebidas”, afirmó el funcionario boliviano.
Indicó que el sábado a las 10.30 personal del Puesto Bermejo decomisó lonas con ropa americana. Pero al momento de hacer el traslado, los uniformados “fueron arremetidos por paseros que estaban bajo el consumo del alcohol y otras sustancias”.
Añadió que “la intención clara (de quienes intervinieron en el enfrentamiento) no fue ayudar a los dueños de la mercadería sino a estos paseros delincuentes” que se apoderaron de la mercadería y una lona en particular. Finalmente, los trabajadores de frontera se quedaron con la mercadería y la Naval debió retirarse. “Estaban lanzando bastantes piedras”, relató Zenteno, quien señaló que 8 miembros de la fuerza tienen contusiones.
En un mensaje a la población local, el funcionario boliviano sostuvo que existe una confusión dado que desde la Naval Boliviana “solo estamos defendiendo al país y a la familia boliviana para que los productos de la canasta boliviana no se incrementen más”.
Del lado argentino, otro tanto
Zigarán contó que desde hace unos días vendedores de Aguas Blancas y de Bermejo se instalan en la franja de la costa argentina del río Bermejo a vender mercadería a las muchas personas que llegan hasta ese lugar en busca de precios menos caros.
Como se arman colas para tomar las chalanas, aprovechan ese momento para vender desde comida hasta ropa.
“Cerca de los días de las elecciones de mayo y por orden de un comandante de la Gendarmería, los levantaron a todos. Y les pedí que no lo hagan así porque podía traer problemas”, contó el interventor.
Indicó que luego el problema se acrecentó porque se había corrido el rumor de que él, como responsable del municipio, los iba a instalar en el pueblo. “Yo pude acomodar a los argentinos debajo de la Terminal, en una zona que se denomina Camba. Pero a los otros (ciudadanos de Bolivia), no", contó.
Desde ese momento los vendedores se reagrupan, vuelven a instalarse y se realizan operativos para sacarlos.
A nivel general, la situación en la frontera tiende a complicarse por diversos factores. Bermejo es una ciudad que crece día a día y por lo tanto, hay otros ciudadanos de Bolivia que van hasta el lugar en busca de mejores oportunidades de vida, y una gran cantidad de ellos van a trabajar como manteros o vendedores. Pero los grupos que ya están instalados rechazan la aparición de nuevos competidores; cuando son expulsados, estos trabajadores “usurpan” tierras en la orilla de la frontera argentina para ofrecer ahí su mercadería, contó Zigarán.
Esta dinámica es parte de la complejidad de una zona de frontera cuyos habitantes tienen profundos vínculos históricos y culturales y comparten la falta de fuentes de trabajo, la precariedad de los servicios y la invisibilización de esta situación, que solo solo suele ser tratada cuando se producen hechos de violencia, como el del sábado.
Fuente de la Información: Página 12