Con dos años preso y uno de juicio, Reynoso dilata su eventual condena
05/10/2018. Noticias sobre Justicia > Noticias de Salta
El juicio contra el ex juez federal de Orán ya cumplió un año y su fecha de finalización todavía es una incógnita mientras se sigan sumando testigos.
Unos primeros meses de audiencias vertiginosas y cargadas de declaraciones estruendosas hicieron presagiar un juicio agitado pero la emoción duró poco. Con ya un año de debate cumplido, los últimos meses del juicio contra el ex juez federal de Orán, Raúl Reynoso, vienen atravesando una meseta intrascendente fogoneada por una sola persona: el propio Reynoso.
Si con solo una audiencia por semana (los lunes) y más de 170 testigos el avance es inevitablemente lento, la estrategia defensiva de no desistir de ninguno de ellos y someterlos a preguntas cuyas respuestas no aportan nada, ralentiza aún más la cuestión.
En su pretensión de demostrar que es falsa la acusación en su contra que indica que pedía coimas a detenidos en causas de narcotráfico para beneficiarlos con excarcelaciones o sobreseimientos, Reynoso intenta valerse de testimonios que asoman insustanciales. Así vienen desfilando una serie de gendarmes, abogados o empleados del Juzgado Federal de Orán que solo pueden decir que nunca vieron nada extraño.
Lo que incluso tiene molestos a las defensas de los demás imputados como presuntos integrantes de la asociación ilícita es la permanente costumbre de Reynoso de recurrir a preguntas que ni siquiera se relacionan con los hechos debatidos en el juicio, como relaciones familiares, eventos sociales o acontecimientos deportivos.
Además del ex juez, los otros siete imputados son los abogados René Gómez, María Elena Esper, Antonio Valor y Eladio Gaona y los empleados judiciales Miguel Saavedra y César Aparicio, junto a su hermana Rosalía Aparicio. Los abogados están acusados de ser los nexos entre los clientes detenidos y la corrupta estructura judicial.
Todavía restan declarar 42 testigos y la realización de prueba supletoria a la producida durante la instrucción de la causa y que ha sido solicitada por las partes. Algunas de ellas son de compleja producción porque implican gestiones con otros países. Todo ello conspira con una pronta finalización del juicio, aunque el objetivo es concluirlo antes de fin de año.
El fiscal Carlos Amad, otro de los molestos por la demora del juicio, se muestra confiado en conseguir una sentencia condenatoria sosteniendo que no solo existen declaraciones de testigos que aseguraron haber pagado coimas sino que los cuestionados fallos del ex juez son pruebas reveladoras.
Lo más saliente de las últimas audiencias
En la causa Reynoso se juzgan las misteriosas resoluciones que el ex juez pronunció entre 2005 y 2015 beneficiando a narcos. En este juicio se ventila lo sucedido en nueve causas mientras hay otras investigaciones por otros hechos que podrían llegar a juicio más adelante.
Una de esas causas es en la que la acusación fiscal considera que el presunto narco Pablo Vera pagó una coima a Reynoso con una finca de 700 hectáreas ubicada en el departamento Rivadavia. La finca primero pasó a manos del abogado imputado René Gómez, quien la inscribió a nombre de su entonces pareja, quien luego la transfirió a los hermanos Aparicio. Según los fiscales, los Aparicio fueron “prestanombres” del verdadero propietario: Reynoso.
Durante el juicio, Reynoso y Gómez declararon negando esto. El segundo afirmó que Vera le pagó honorarios con la finca y que luego simplemente la vendió a los Aparicio. Ninguno de los hermanos imputados declaró pero si lo hicieron otros dos que no están acusados.
Miguel Ángel Aparicio fue el primero de la familia en declarar y dejó en claro que siempre fueron agricultores, con fincas en San Agustín, Colonia Santa Rosa, Río Blanco, Río Pescado, productores de hortalizas, tomates, pimientos, zapallos, bananas que llevaban a Buenos Aires con sus propios camiones.
Reynoso es el único de los acusados que está preso. Está alojado en la Cárcel Federal de Güemes desde mayo de 2016.
Miguel Ángel no solo negó la versión acusatoria y negó conocer a Vera, sino que acusó al defensor oficial Martín Bomba Rollo de haberle pedido a los Aparicio que declaren esa historia para hundir a Reynoso y ser beneficiados, pero ellos se negaron y juran haber declarado la verdad.
Otro hermano, Ramón, que se dedicaba a la extracción de madera, fue quien se enteró de la finca de 700 hectáreas ubicada en Rivadavia y que estaba a buen precio. Fue a verla y advirtió que estaba en zona de reserva y código amarillo, por lo que no era apta para el desmonte. De todos modos decidieron comprarla y pagaron $170.000 en una compra absolutamente normal, aseguró.
Condiciones de detención
Con el fin de volver a solicitar su arresto domiciliario, negado siempre, el ex juez contó a los jueces que a fines de agosto habían llegado a la cárcel de Güemes ocho nuevos detenidos por causas de lesa humanidad provenientes de Jujuy y que no había espacio, por lo que algunos durmieron en el piso.
Reynoso es el único de los acusados que está preso. Está alojado en la Cárcel Federal de Güemes desde mayo de 2016.
Siempre estuvo solo y en una celda especial pero ahora la comparte con otra persona en una cama cucheta, por lo que presentó un hábeas corpus antes juez federal Miguel Antonio Medina.
También cuestionó que no puede acceder a los medicamentos que necesita y dijo que su familia ya no dispone del dinero suficiente para comprar la insulina que requiere por su condición de diabético e hipertenso.
VOVE.COM