Una olavarriense en la Corte por el debate de la enseñanza religiosa en las escuelas
18/08/2017. Noticias sobre Justicia > Noticias de Argentina
Una abogada olavarriense disertó en nombre de la APDH defendiendo la libertad frente a la uniformidad. "Es absurdo que se planifique separar a los niños", expresó Mariana Catanzaro.
La abogada olavarriense Mariana Catanzaro disertó ayer a la mañana, en la Corte Suprema de Justicia de la Nación, como representante de la APDH (Asamblea Permanente por los Derechos Humanos), en calidad de Amicus Curiae, en la búsqueda de lograr la inconstitucionalidad de la enseñanza religiosa en las escuelas públicas de la provincia de Salta. Se trata de un amparo colectivo que arrancó con la lucha de un grupo de madres de chicos contra el Estado salteño. La batalla comenzó con un recurso de amparo ante organismos judiciales y una vez agotadas todas las instancias se llegó a la Corte. Los primeros oradores fueron los dos abogados representantes de la APDH: Guillermo Torremare y Mariana Catanzaro. En una serie de audiencias que continuarán hoy y el 30 y 31 de agosto próximos. Recién después y sin fecha establecida el máximo organismo de Justicia de la Nación deberá tomar una resolución.
La base argumental de las familias es que la determinación del primer gobierno de Juan Manuel Urtubey lesiona los derechos constitucionales a la libertad de religión y de conciencia, a la igualdad, a la no discriminación y a la intimidad. Por empezar, los padres de los chicos deben informar en cada escuela si profesan o no la religión católica y el fundamento de la APDH y de las familias que presentaron el amparo es justamente que son víctimas de discriminación quienes profesen otros credos, los pueblos originarios, los agnósticos y los ateos.
No es casual la decisión de nombrar a la abogada olavarriense como oradora. Su tesis doctoral se centró en la relación entre Iglesia Católica y el Estado argentino, desde la perspectiva de los derechos humanos.
Faltaba poco para las 10 cuando arrancó el discurso reconcentrado en estrictos seis minutos de Catanzaro. "La coherencia es una virtud que el ordenamiento jurídico debiera tener", dijo para iniciar. Y ubicó en el terreno de las contradicciones la decisión tomada por el gobierno salteño en 2008. "¿De qué manera se puede llegar a la coherencia deseada como virtud del ordenamiento jurídico si se pretende impartir religión y dividir a los alumnos en las aulas que deberían estar caracterizadas justamente por la igualdad y la no discriminación?", se interrogó.
La abogada local -citando al jurista y filósofo italiano Norberto Bobbio- advirtió que sería un error "elevar la religiosidad por sobre la dignidad, la pluralidad, la diversidad en la que se deben formar los niños y niñas". Y remarcó que "todo el ordenamiento jurídico se dirige en un sentido transversalmente opuesto a las normas locales. Quiero mencionar a la muerte digna, la ley de matrimonio igualitario, la ley de salud mental, la ley de identidad de género". Y utilizó como ejemplo comparativo más que claro el artículo 73 de la Ley de Contrato de Trabajo que "prohíbe al empleador indagar sobre asuntos de índole privada y de asuntos de índole religiosa de sus empleados".
Unica opción
En diálogo con EL POPULAR Mariana Catanzaro planteó que "la clave estaba en dejar de lado las pasiones y la mirada personal. Lo que había que hacer valer era la perspectiva jurídica vinculada a la interpretación que debe hacer la Corte. Mi rol tenía que ver con remarcar los aspectos lógicos ligados las normas contradictorias del ordenamiento jurídico. Que por un lado promueve la autonomía de la voluntad, la libertad de conciencia y de religión y, por otro lado, la constitución salteña y la ley provincial de educación refieren a contenidos más sectarios. Porque la religión es, en ese caso, la única opción".
La sala donde se celebró la audiencia pública fue la misma en que se sustanció una de las audiencias del juicio a las juntas en 1985. Y que ayer fue el escenario de esta puja en torno de la obligatoriedad de la enseñanza católica en Salta.
El planteo de Mariana Catanzaro durante su discurso ante los ministros de la Corte cuestionaba que la determinación del gobierno de Urtubey pondera la uniformidad por sobre la pluralidad. Y que la educación pública debiera "más bien buscar educar e instruir en el respeto a las individualidades y a la diversidad". Y que resulta imprescindible buscar "la libertad y no la uniformidad, no la homogeneidad; el respeto por la autonomía de la voluntad, la libertad de conciencia como esencia de las personas".
La búsqueda de la APDH es que se elimine la contradicción de incluir la enseñanza de una religión dentro de escuelas públicas que -se supone- apuntan a la formación integral e inclusiva. "Es absurdo que se planifique separar a los niños", expresó Catanzaro. "Es una norma beligerante con apariencia de velar por los derechos de padres e hijos católicos pero que, de modo contrario, fomentan la segregación, discriminan, invade la privacidad, direcciona o pretende direccionar el pensamiento de niños y niñas. Es una manera de buscar el pensamiento uniforme y antidemocrático". Y reforzó el pedido de que "se resuelva con justicia" a partir de cuidar que las minorías no sufran "la tiranía de la mayoría".
Mariana Catanzaro, especializada en derechos humanos y docente de la Universidad Nacional de La Plata, es uno de los nombres más resonantes en la ciudad para ocupar la titularidad del PAMI local.
Fuente: El Popular