¿Quién es el sujeto que vende drogas en el penal de Villa Las Rosas y por qué lo protegen?
20/08/2020. Noticias sobre Justicia > Noticias de Salta
La denuncia con filmaciones y comprobantes se hizo en el Ministerio Público Fiscal.
DDN. Nicolás Ríos, periodista de Ciudad Oculta, dio a conocer la denuncia que hizo pública a través de dicho medio, y que también fue realizada ante la justicia, sin éxito, por la venta de drogas en el penal de Villa Las Rosas. La misma, según explicó, llegó a él a través de la madre de un interno, quien incluso aportó pruebas y pidió la reserva de su identidad.
Según señaló el periodista, la mujer se comunicó con él y le facilitó fotografías de Alejandro Lozano, quien se encarga de la venta de drogas, junto a una joven, imágenes tomadas dentro del mismo penal. Además, le proporcionó los comprobantes de pagos realizados por internos a través de medios electrónicos. “¿Quién lo protege? ¿Para quién trabaja Alejandro Lozano? Que es el nombre de este preso alojado en el pabellón B1 de Villa Las Rosas”, cuestionó Ríos sobre el caso de este interno que maneja un teléfono celular desde su celda, vende drogas y amenaza a familiares por el cobro de las mismas.
“La pareja del detenido ingresa las drogas al penal y allí las distribuyen. En los días jueves o domingos, de visitas íntimas, arman las famosas bochitas y, a través de cuatro o cinco soldaditos, que son las personas que trabajan para él (dentro del penal) por algunos beneficios, empiezan a ir celda por celda en este pabellón y a cada interno le dejan 3 o 4 bolsitas. El interno las puede consumir o no, lo que sí tiene que hacer es pagarlas por intermedio de Mercado Pago y otras formas virtuales, pagarlas en tiempo y en forma porque si no le puede pasar algo a la persona que está alojada en ese pabellón donde este muchachito sería amo y señor”, detalló el periodista sobre el accionar que se lleva adelante dentro del penal.
Y agregó: “Los familiares de este muchacho que maneja el negocio son los que aprietan a los consumidores. En un gran porcentaje se consume, pero hay veces que no se consume y la tienen que pagar igual”.
En este punto, el periodista presentó el testimonio de la madre del interno que realizó la denuncia y que pidió reservar su identidad. “El Lozano este los va a ver a todos los changos, no a mí hijo solamente sino a varios. Les insiste y los obliga, vos viste lo que son los adictos. Les entrega, los endeuda o les regala una y después hace que se endeuden. Ponele, les da el viernes y quiere la plata el sábado, como el sábado no tienen visitas, el domingo a más tardar los empieza a amenazar que los va a hacer boleta, que va a hacer esto, va a hacer lo otro, y la mujer empieza a mandar mensajes, a decir que sí o sí tenés que pagar. Ella es la que recibe la plata”, comenzó relatando la mujer.
Asimismo, subrayó: “No es el único que tiene Mercado Pago, porque hay otra mamá que también estaba igual que yo hoy, desesperada, me viene a pedir plata a mí porque también el hijo se metió con Lozano y Lozano lo tiene amenazando. A mí me cobró 1500, a la señora le cobró 1500 pesos. ¿Sabés lo que es salir a buscar 1500 pesos de un día para el otro por el temor a que maten por una puta droga? Porque este hijo de puta vende. La foto está tomada en la celda de él, él es el que maneja todo porque vende de todo, porque no tiene que sacar la mina esa. A nosotros nos revisan hasta debajo de la lengua y te podés imaginar estas mierdas que pasan cargadas para cagar a los demás”.
Puntualmente, dio detalles del “negocio” de este interno, y dijo: “Lozano vende tres bolsitas, no sé cómo le llamarán, tres por mil pesos. O sea que por eso mismo las cuentas son arriba de mil todas. Los porros, dicen que te sale uno finito, una aguja que le llaman, la vende en 300 pesos. Después, vende cuatro pastillas de Rivotril a 450 pesos. Esos son los precios que me acaba de pasar una mamá también”.
Connivencia con el poder político
Según afirmó Ríos, esta “no es la primera denuncia que hay contra este muchacho”, y aseveró al respecto: “Hubo anteriormente más denuncias contra este muchacho y ¿qué pasa con los denunciantes? Los cambian de pabellón o los mandan a celdas de castigo. Lozano sigue alojado en el mismo pabellón y los que se animan a denunciar este tipo de maniobras son llevados a la celda de castigo o son aislados por preservar la integridad física en celdas deplorables, que no deberían seguir existiendo en este año 2020. Es una situación muy jodida porque sigue estando el mismo jefe de pabellón, los mismos celadores, el mismo Lozano, pero los que se animan a denunciar esto son trasladados, en el peor de los casos, a pabellones cachivache, como le llaman en la jerga carcelera, donde tranquilamente puede terminar la vida de un interno y pasar como si nada”.
En este sentido, el periodista hizo hincapié en la connivencia que existe ya que las autoridades del penal permanecen, al igual que estas acciones delictivas. “No conozco, no sé cuáles son actualmente las autoridades del penal de Villa Las Rosas, sé que Pablo Alavila, desde que pasó lo de Andrea Neri (la joven asesinada por el interno Gabriel Herrera, dentro del mismo penal, en enero de 2017), desde que hubo peleas de internos y de más, sigue siendo Director de Asuntos Penitenciarios, y este muchacho cobra más de 80 mil pesos. Por lo menos, Alavila, tenga a bien hacer su trabajo. Ya que está cobrando una cifra exuberante de guita, justifíquela, haga algo”, enfatizó.
“Me duele que me tomen por estúpido, porque me dijeron ‘andá y presentalo al fiscal de la UFINAR- Unidad Fiscal contra la Narcocriminalidad-’, después de 15 días, ni siquiera fue él a comunicarse con esta mamá, que tenía todo para denunciar. Mandó a un cabo raso de primera línea, muy poco serio. Pasó lo de Andrea Neri y no le hicieron nada, se conoció la mujer de un interno y tampoco le hicieron nada, siempre está ahí Alavila”, insistió Ríos quien, finalmente, acudió con su denuncia ante la fiscal Verónica Simesen de Bielke. “Es la única luz de confianza que yo tengo en la justicia. A Dios gracias me atendió bien la señora fiscal y pude denunciar”, dijo en tanto aseguró que la mujer, madre del interno, “recorrió un montón de lugares y salió desilusionada de todos esos lugares”.
Por otra parte, se refirió a otra arista en el marco de esta investigación, y amplió al respecto: “Yo no tengo nada en contra de este muchacho ni de su familia. Pero es el hijo de un tipo, un puntero político muy importante de zona norte que fue candidatoa concejal de la lista que llevaba la señorita- Lucía-Doljanincomo vicegobernadora en las últimas elecciones, y que maneja toda la zona norte. Y el papá de este interno, trabaja en el Ministerio de Derechos Humanos”.
“Hay celadores y demás oficiales del Servicio Penitenciario que se tienen que ‘tragar el sapo’, porque saben bien que ‘a este no lo tenés que tocar’”, continuó el periodista quien, entre otras cosas, remarcó que pese a las pruebas nunca se realizó un allanamiento si quiera para conocer el destinatario del cobro de los pagos realizados.
“Intocable”
“Lozano es un pez muy gordo, que trabaja para la gorra, dicho por ellos mismos. Lozano tiene alto poder, está muy protegido dentro del pabellón B. Llega a hablar, conoce todos los nombres, se va a la mierda todo, que por eso que Lozano, haga lo que haga, lo vuelven a meter ahí porque la gorra es la que está involucrada. Los changos están cagados de odio, pero se sienten agarrados de manos, no le pueden hacer nada porque es el intocable. Vende alta, alta droga”, continuó la mujer dando su testimonio sobre lo que ocurre dentro del penal y a la vista de las propias autoridades.
“Inclusive hay algunos policías que están cagados de odio porque ni ellos siquiera lo pueden tocar al famosito Lozano, con todos los antecedentes que él tiene, y con todas las cosas que ha hecho. No puede ser posible que se manda cagadas, sale castigado, tiene teléfono cada vuelta, lo sacan por el teléfono, porque en algunas requisas le encuentran, lo encuentran por droga, porque ha peleado, y al ratito vuelve de nuevo. Los presos, cada vez menos se quieren meter o quieren denunciar. Él se infla cada vez más grande y el Servicio Penitenciario seguramente cada vez se hace más corrupto. Todos hacen la vista gorda, lo considero una burla”, expresó la mujer en su relato.
“A mí me ha pasado que un poco más me levantaban las uñas de los pies, y hay cierta gente que entra rápido. Si toda esta protección viene porque tu familia trabaja en el Ministerio de Derechos Humanos, del cual es muy allegado Pablo Alavila, que siempre estuvo ligado a la misma cartera, si sos el puntero político que maneja la gente o la campaña para el ex vicegobernador o el ex intendente que hubo alguna vez en la ciudad, me parece que es jodido el tema. Tendríamos que ser todos iguales, no puede estar pasando ese tipo de cosas”, analizó con preocupación Ríos quien, además, advirtió: “Me dijeron ‘Tené cuidado, meterte con el Servicio Penitenciario, con la cúpula mayor, es como meterte con la cúpula de la Policía. Vos no sabés lo que te puede pasar, vos tenés tres hijos. Pero, si me vienen a buscar, vénganme a buscar con tanques de guerra porque no todos somos iguales”.
Fuente de la Información: FM Noticias