Oyarbide recusó a cuatro consejeros por prejuzgar
27/03/2014. Noticias sobre Justicia > Noticias de Argentina
Pidió que Recondo, Fargosi, Cimadevilla y Aguad sean apartados de su caso por expresar su "enemistad".
El juez federal Norberto Oyarbide hizo ayer su primer acto de defensa en la causa que avanza en su contra en el Consejo de la Magistratura: recusó a cuatro consejeros, a los que acusó de tener una "enemistad manifiesta" con él.
Por escrito, pidió que el juez Ricardo Recondo, el abogado Alejandro Fargosi y los radicales Oscar Aguad y Mario Cimadevilla sean apartados y no puedan intervenir en el caso que se le sigue por mal desempeño. O yarbide es investigado por haber admitido que frenó una serie de allanamientos -que él mismo había ordenado- después de recibir una llamada del subsecretario de Legal y Técnica, Carlos Liuzzi, el segundo de Carlos Zannini.
Oyarbide presentó ayer un escrito de diez carillas en el que acusó a los cuatro consejeros de haber exhibido una enemistad manifiesta y un "ánimo destitutorio" en su contra, y de haber incurrido en un "prejuzgamiento". Su fundamento fueron las "declaraciones públicas" de estos consejeros en medios gráficos, portales de Internet, radio y televisión. Citó, entre otros, a Recondo, que había dicho que le daba "vergüenza" que Oyarbide fuera juez.
"Además de prejuzgamiento, son demostrativas de la manifiesta animosidad que inspira el proceder de tales magistrados en mi perjuicio", sostuvo Oyarbide. Y afirmó: "Afectan de manera irreversible las garantías de imparcialidad que debe rodear la actuación de todo magistrado [consideró «magistrados» a los cuatro consejeros]". Según Oyarbide, ellos deberían "observar más que nadie el decoro y prudencia que las circunstancias ameritan". El juez sostuvo, en cambio, que con sus dichos lesionaron su "honra".
En rigor, Oyarbide pidió que los propios cuestionados se excusen de intervenir en su causa. Supletoriamente, solicitó que fueran apartados por los otros consejeros.
Los antecedentes del Consejo le auguran pocas posibilidades de éxito: este organismo jamás aceptó una recusación, advirtieron ayer fuentes del cuerpo, que aclararon además que el concepto de "prejuzgamiento" es difícilmente aplicable en el Consejo porque su rol en los juicios políticos es de acusador.
Lo que hace el organismo es abrir un proceso, acusar al magistrado y suspenderlo para que el Jurado de Enjuiciamiento (que es independiente del Consejo) decida si lo aparta o lo sostiene en el cargo. En ese proceso posterior, que funciona como un juicio oral, el Consejo es representado por dos de sus miembros que ofician de acusadores.
Esta estrategia de defensa de Oyarbide podría demorar el trámite del expediente en su contra, pero no cambiaría la relación de fuerzas: el oficialismo ya tiene los votos necesarios para tomar la decisión que elija con Oyarbide, incluso si las recusaciones fueran rechazadas.
El kirchnerismo tiene mayoría en la Comisión de Disciplina y Acusación del Consejo. Por ende, sin los votos del oficialismo Oyarbide no podría ser citado a declarar como acusado de mal desempeño. Pero, además, para someter a un juez a juicio político hace falta una mayoría calificada de dos tercios del plenario (formado por todos los consejeros). Ningún bloque puede por sí solo disponer tal medida. La oposición necesitaría para eso el apoyo del kirchnerismo, con lo cual la recusación de estos consejeros no modificaría esta situación.
La presentación de Oyarbide deberá ser tratada, en primer lugar, en la Comisión de Disciplina y Acusación, que está instruyendo la investigación. En el caso de Aguad, que no integra la comisión, su recusación será analizada una vez que el caso llegue al plenario. No se sabe aún cuándo pasará todo esto. Hasta ayer, el Consejo no tenía previsto reunir a la Comisión de Disciplina y Acusación ni al plenario esta semana ni la próxima.