Narcolavado en Río Cuarto: el auto del jefe de la banda estaba en Buenos Aires
21/02/2019. Noticias sobre Justicia > Noticias de Argentina
En las redes sociales, Claudio Torres mostraba sus vehículos costosos
El Audi TT en el que llegó a su casa de Río Cuarto Claudio Torres, el denominado "zar de la droga", cuando fue asesinado fue secuestrado en Buenos Aires aunque la Justicia no dio detalles de la zona donde fue encontrado. Torres se bajó de ese auto la noche del 16 de enero cuando fue baleado y cayó muerto en la calle. El asesino sigue prófugo.
El fiscal a cargo de la causa, Fernando Moine, dijo que tenían una pista respecto de dónde podría encontrarse el vehículo pero no lo encontraban. "Se le van a practicar las correspondientes pericias que en su momento no se realizaron", declaró a Puntal a la vez que planteó que se investigará cómo llegó a Buenos Aires el vehículo.
Por el momento, el Audi quedará a disposición del fuero federal que investiga la megacausa de narcolavado por la que hay 23 imputados y 17 detenidos, entre ellos el exjefe de Investigaciones de la Policía de Río Cuarto, Gustavo Oyarzábal, quien ayer declaró durante tres horas ante el juez federal Carlos Ochoa. Era quien estaba frente a la investigación del crimen de Torres.
Los allanamientos por la megacausa se extendieron a Buenos Aires y Chubut. Entre lo secuestrado hay 42 autos, la mayoría de alta gama; ocho motocicletas y un cuatriciclo valuados en $24 millones; armas de fuego; joyas; electrodomésticos por $2,6 millones y dinero en efectivo por unos $6 millones entre dólares y pesos. Los inmuebles a disposición del juzgado federal interviniente suman $27 millones.
Aunque Ochoa lleva cinco años investigado esta red -que incluye a comerciantes e individuos vinculados a gremios-, el proceso tuvo un punto de quiebre el 16 de enero cuando, por la noche, fue asesinado Torres, sindicado por la fiscalía como "uno de los líderes" de la banda.
La investigación del crimen quedó en manos de la Justicia provincial. A Torres lo acribillaron -y todo quedó registrado por las cámaras del frente de su casa. Venía con Gabriel Bossi, quien tiene antecedentes por robo de cajas fuertes, que lo llevó al hospital. Bossi volvió al lugar del crimen la Policía requisó el Audi y afirmó que "estaba limpio"; no lo secuestró y desapareció.
Torres hacía ostentación de su vida de lujos; en su muro de Facebook mostraba autos y motos de lujos y vacaciones en lugares top. Y, pese a las sospechas "a voces" de que no tenía actividades legales que le permitieran sostener ese ritmo, no registra causas en los últimos años. La última es por violencia de género, hace años.
Con el semanario "Otro Punto" de Río Cuarto habló una ex pareja de Torres, de la que no se reveló su identidad por temor. "Quiero que la justicia pruebe que Claudio no era narcotraficante ni proxeneta. No era un santo pero era como cualquier hombre. Vivía bien porque le iba bien vendiendo autos de alta gama desde Buenos Aires".
Admitió que vivía muy bien. "Su casa la heredó de su familia. Es cierto que la reformó y la dejó muy bien pero nada más. Vivía bien, hacía regalos, andaba en autos caros pero ya le dije que los tenía en consignación. Tenía un buen pasar pero como una persona normal", describió y aseguró que andaba armado porque "la usaba porque en Buenos Aires todo el mundo anda armado, especialmente alguien que anda con mucho dinero por las operaciones de venta que hacía".
Los narcogendarmes
Oyarzábal fue jefe de Investigaciones cinco años. No es el primer hombre de las fuerzas de seguridad de Río Cuarto sospechado de vínculos con la droga. Otro de los detenidos en la misma causa es Jonathan Monserrat, quien sería el yerno del exjefe de la Policía Federal de Río Cuarto Sergio Almerich.
El año pasado condenaron a nueve años de cárcel al gendarme Luis Naser, encontrado culpable por transporte de estupefacientes reiterado agravado y siete años para su compañero Cristian Ernesto Moya. La banda estaba integrada también por ciudadanos comunes.
La causa de los "narcogendarmes" saltó en 2015, cuando dos miembros de la fuerza fueron sorprendidos en la Terminal de Río Cuarto retirando una encomienda 2,5 kilos de cocaína. El paquete había llegado desde Orán (Salta). En el juicio Torres fue mencionado como presunto "transportista" de drogas.
En diciembre pasado, Leonardo Hein, exjefe de la División Drogas Peligrosas de la Policía en Río Cuarto, fue condenado a 18 meses de prisión en suspenso por el Tribunal Oral 2 de Córdoba por haber tenido conocimiento de la actividad de una banda narco que no denunció. Quedó también inhabilitado por tres años.
Oyarzábal fue denunciado por Rosa Sabena, mamá de Nicolás, un muchacho de 21 años desaparecido en Río Cuarto en 2008. El joven se fue enojado con ella porque no quería ir al taller de su papá, por unos días habló por teléfono con su hermano y, después, no hubo más noticias. Padecía del síndrome de Tourette, tenía tics motores y vocales.
La investigación probó que estuvo unos días en la casa de los Vargas, una familia relacionada con la venta de drogas. Su mamá está convencida que lo usaron como delivery de droga y, cuando quiso abandonar, lo mataron. Los Vargas -el padre y dos hijos- terminaron condenados por "privación ilegítima de la libertad agravada" en 2014, con penas de entre 16 y 18 años de prisión. El cuerpo de Nicolás nunca apareció.
La denuncia de Sabena contra el policía por supuestos vínculos con los Vargas. En un audio del policía hablando con la familia, dice: "Hola, morocha, ¿cómo andás? Te jodo porque sabés que el pendejo este (Nicolás) utilizaba un celular y ese número te mandó un mensaje a vos (...). Tenés que venir porque queremos saber qué pasó".
Hace unos meses la mujer -quien se recibió de abogada para ocuparse del caso de su hijo- logró que el sobreseimiento de Oyarzábal se revirtiera.
LA NACION