Femicidio: en Rosario de la Frontera crece la sensación de impunidad
12/10/2021. Noticias sobre Justicia > Noticias de Salta
Marcharon por la detención de un policía. Denuncian encubrimiento.
Indignación, dolor y una sensación de impunidad. Eso se percibió ayer en Rosario de la Frontera. Familiares y vecinos de Gladys Paz, la mujer policía que fue asesinada supuestamente por su pareja el jueves pasado, volvieron a reclamar justicia y la detención de Jorge García. El hombre, también policía, no aparece desde el día del crimen.
En la manifestación volvieron a denunciar “encubrimiento”. No entienden que no lo puedan encontrar y remarcan que ven su estado activo en WhatsApp.
Con los padres de Gladys a la cabeza, la marcha partió desde la plaza Independencia, en el casco céntrico de Rosario de la Frontera, y luego se dirigió hacia la sede del 911, donde trabajaba el sospechoso. La columna más tarde se estacionó en las oficinas del Ministerio Público Fiscal.
“Se volvió a conectar y nosotros no tenemos ninguna novedad”, contaron Clementina y Antonio, los padres de Gladys. “Queremos que se haga justicia por mi hija, tenía derecho de vivir, él responde los mensajes, algo hace, no puede ser que pasaron cinco días y no tenemos ninguna respuesta, si no me quieren dar una respuesta me haré cargo yo y haré justicia con manos propias, que se haga justicia”, dijo Antonio.
Gladys fue encontrada sin vida el jueves en su casa del barrio Carmen Salas de Rosario de la Frontera. La mujer fue herida mortalmente con un arma de fuego y el principal sospechoso es su pareja. Como no respondía los mensajes, sus compañeros de la fuerza fueron hasta el lugar y se dieron con la triste realidad.
Desde ese entonces el paradero de García es un misterio. El fiscal penal Oscar López Ibarra solicitó incluso la colaboración de otras fuerzas provinciales y nacionales para hallarlo.
Se llevó la moto
Una de las mujeres que formó parte de la protesta expresó: “Por qué no se intervienen los teléfonos de su familia, no se le hizo un allanamiento a sus parientes, es obvio que alguien lo está ayudando”, a lo que Clementina agregó: “Encina se escapó en la moto de mi hija”.
García fue visto por última vez desplazándose en una motocicleta Corven azul francia, 110 CC, vistiendo un pantalón deportivo color oscuro (azul o negro), campera color negra tipo rompevientos, con un casco color negro con letras blancas en los laterales con visor polarizado, zapatillas color blanco con franjas negras en sus laterales.
“Como se pudo permitir que ese tipo sea policía, era un demente, cualquier loquito puede ponerse el uniforme, matarnos y nadie hace nada”, agregó una de las participantes de la marcha.
Desde el jueves pasado el policía García no aparece; en la marcha reclamaron su detención.
Los familiares de Gladys dijeron que el fiscal que lleva la investigación (Oscar López Ibarra) tampoco se volvió a comunicar con ellos.
La manifestación, con banderas y carteles, pero sobre todo como mucho dolor, recorrió la plaza central de Rosario de la Frontera y se detuvo en un primer momento en la sede del 911, donde reclamaron justicia y pidieron que dejen de proteger al presunto femicida. Lo mismo ocurrió minutos más tarde en las oficinas del Ministerio Público Fiscal.
A todo esto, Clementina, la mamá de Gladys, sufrió una descompensación en medio de la protesta y debió ser atendida.
La primera marcha
El sábado en la primera manifestación en Antilla, el padre de Gladys aseguró: “Tengo la plena seguridad de que lo están ayudando, lo están encubriendo, porque no puede ser que las autoridades policiales no lo detengan. Supuestamente con tantas áreas que lo están buscando ya debería estar arrestado”, expresó el hombre indignado.
“Diego García se está burlando de nuestra familia, incluso después de asesinar a mi hija, mientras la policía lo buscaba, se comunicó con mi hermana para decirle que la única hija que él tiene es una criatura que está en Salta. En ese mensaje, dijo que no tiene un hijo, o sea, hasta negó a su propio hijo”, había manifestado.
Ese día contaron que a García le abrieron la puerta de su casa y que el sujeto era un mantenido. “A él le abrimos las puertas de nuestra casa y desde que lo conocimos, siempre le hemos brindado todo”, dijo Clementina.
“Él no aportaba nada y mi hija era el sostén de la casa. Él era un mantenido por ella, siempre ponía excusas que nunca tenía plata y a pesar de que tenía un sueldo no aportaba nada. “A su hijo nunca le compró nada, cuando nuestro nietito nació nosotros le compramos todo, y él apareció recién a los dos días de nacido. Como padre nunca sirvió, pero fingía que era un buen padre”, expusieron.
Pedido a la población
El fiscal López Ibarra solicitó a la población que quien pueda aportar datos ciertos sobre el paradero de Jorge García se comunique en forma inmediata a la dependencia policial más próxima o al Servicio de Emergencias 911. El policía sigue sin aparecer y crece la indignación.
“Llegué el jueves cerca de las tres de la tarde y había un móvil policial, cuando quise entrar a mi casa la policía me detuvo y me pidió que les diera la llave, les pregunté qué pasaba, si había un problema con él o con mi hermana, pero nadie me decía nada, ninguno me podía explicar qué estaba pasando”, contó días atrás Carlos, el hermano de la víctima, quien residía en la misma vivienda en Rosario de la Frontera.
Fuente de la Información: El Tribuno