Elevan a juicio una causa contra el Gringo Palavacino por dos casos de sicariato
30/04/2025. Noticias sobre Justicia > Noticias de Salta
Por un lado se lo acusa de ser uno de los hombres que el 1° de mayo de 2017 intentó matar a Ricardo Adrián Gerónimo. Y por el asesinato, apenas cinco después, de Raúl Fernando Martínez.
El juez de Garantías de Orán, Francisco Oyarzú, resolvió la elevación a juicio de la causa en la que Cristian Gabriel "Gringo" Palavecino está imputado por la tentativa de homicidio de Ricardo Adrián Gerónimo y por el homicidio consumado de Raúl Fernando Martínez, ambos hechos cometidos en mayo de 2017 en la ciudad de San Ramón de la Nueva Orán.
La elevación a juicio se decidió en una audiencia flexible y multipropósito, a solicitud de la Unidad Fiscal de Litigio Estratégico contra el Crimen Organizado del Norte. Palavecino es sindicado como jefe de una organización de sicarios.
El atentado del que sobrevivió Gerónimo tiene ribetes cinematográficos. La madrugada del 1° de mayo de 2017 regresaba en auto a su casa, en el pasaje Las Tipas 1667. Cuando abría el portón, se le acercó un hombre que le disparó varias veces a la altura del estómago y luego huyó en un automóvil que conducía otro hombre.
Sin embargo, malherido como estaba, Gerónimo tuvo el ánimo de subirse a su auto y conducir hasta el Hospital San Vicente de Paul. Ahí lo buscaron otra vez los sicarios, simulando ser sus familiares para atacarlo nuevamente, pero ya fue imposible acceder al herido.
Seis días después, el 6 de mayo de 2017, alrededor de las 21 horas, Raúl Fernando Martínez estaba junto a su mujer y su hija en un puesto de comida ubicado en la avenida Esquiú, en el cruce con la calle Alvarado de Orán. Mientras esperaba su pedido, un hombre que descendió de una motocicleta conducida por otra persona se le acercó y le hizo varios disparos a la cara, el cuello y el torso, provocándole la muerte.
En la investigación, una intervención telefónica reveló que ambos hechos fueron encargados por Raúl Ricardo "Coya" Rojas, quien estaba cumpliendo una condena como jefe de una organización dedicada al narcotráfico.
Para atacar a Gerónimo y a Martínez, Rojas se contactó con otro detenido, el jujeño Enzo Quiroga, quien a su vez se contactó con el sicario y camionero Norberto Mendoza y le encargó el asesinato con la promesa de pagarle 4 mil dólares. A ambos blancos señalados, Rojas los acusaba de robarle drogas y dinero.
Las escuchas telefónicas exhibieron que ante el fallido intento por matar a Gerónimo, los contratantes exigían que fueran al hospital a terminar lo que habían empezado. La supervivencia de Gerónimo provocó desaveniencias entre Rojas y Mendoza, porque el primero consideraba que el "trabajo" no estaba terminado y el segundo quería cobrar.
En esta diferencia terció el "Gringo" Palavecino, que para matar a Martínez contrató al tucumano Martín "Pájaro" Castillo, taxista y también pasante de ropa desde Bolivia.
Por estos hechos ya se hizo un juicio en 2020. Ricardo Rojas y Martín Castillo fueron condenados a prisión perpetua; Enzo Quiroga y Norberto Mendoza recibieron penas de 19 años de prisión, y Matías Sarmiento, que participó de la tentativa de homicidio de Gerónimo, fue condenado a 15 años.
Palavecino no fue juzgado entonces porque estaba prófugo, condición en la que se mantuvo durante casi siete años, hasta que fue detenido en octubre de 2023.
Bagayeo, narcotráfico y sicariato
Rojas, Castillo, Gerónimo, Martínez, y Palavecino, tenían en común sus trabajos en la frontera con Bolivia, la principal actividad económica en la ciudad de Orán. Todos pasaban ropa y otros elementos.
Rojas y las dos víctimas se conocían desde mucho antes, y habían tenido diferencias.
Gerónimo era bagayero, vende ropas y realizaba viajes como taxista. Conocía a Martínez desde hacía tiempo. Un mes antes de los atentados le había contado que lo querían matar y le había recomendado que se cuidara. Había "problemas" con el "Coya" Rojas, que los acusaba de dedicarse a robar droga.
Unas semanas antes de su muerte Martínez había sido sorprendido por unos jóvenes que lo apuntaron con una escopeta, aunque consiguió hacerlos huir con un cuchillo. Luego de eso andaba armado y, según declaró su mujer, vivió sus últimos días con miedo a un atentado.
Gerónimo y Rojas habían sido cómplices en robos, en 2014 el primero fue detenido. Cuando regresó, Rojas ya se dedicaba al narcotráfico y buscó apartarse. Una versión mencionaba que también tuvieron diferencias por una mujer y que Rojas incluso había acuchillado a Gerónimo.
Por otro lado, según una denuncia de Rojas, Martínez y otro hombre intentaron secuestrarlo en 2016. También en este caso se habló de enemistad por una mujer.
En esta red de conexiones, al parecer Palavecino era socio de Rojas. Este año el juicio por el homicidio del asesor político Darío Monges exhibió que el sindicado jefe de sicarios estaba interesado en la suerte del sicario Oscar Alberto Alejandro "Cabezón" Díaz, que estaba en prisión en el penal de Orán, luego de que fuera detenido por la Policía boliviana, en mayo de 2022.
Día, que es pariente del "Coya" Rojas, estaba requerido por el homicidio del bagayero y pasante de drogas Marcelino Valdez Cari, cometido en junio de 2020 en Orán; también está involucrado en causas por narcotráfico. En septiembre de 2024 Díaz y Cristian Fernado Parada fueron condenados por este crimen. El "Gringo" Palavecino fue señalado en su momento como un cuarto hombre en el homicidio de Valdez Cari.
Díaz y Parada también tienen en su historial un hecho cinematógrafico. En septiembre de 2019 obtuvieron fama porque junto a otros hombres persiguieron a tiros a cuatro gendarmes.
A su vez, un primo de Cristian Parada, Diego Alfredo Parada, fue asesinado por sicarios en octubre de 2019, por el hecho fueron acusados los ciudadanos colombianos Juan Ricardo Acosta Martínez y Braian Andrés Beltrán Morales, además de Eric de la Cruz Olivera y Jorge Bernardo Alexis Romero.
En este relato de muertes, falta contar que el ejecutor de Raúl Martínez, el remisero Martín Castillo, fue asesinado el 6 de octubre de 2024, mientras cumplía su condena en el penal de Villa Las Rosas, en la ciudad de Salta. Sus familiares dijeron entonces que recibía amenazas y asistencia económica tanto del "Gringo" Palavecino como de Ricardo Rojas, para que se mantuviera en silencio.
Fuente de la Información: Página 12