El método que usaban los presos para pagar sus drogas en la cárcel de Salta
14/08/2022. Noticias sobre Justicia > Noticias de Salta
Una pareja fue condenada por el mecanismo que habían armado con el fin de proveer a los reclusos con estupefacientes.
A lo largo de diez audiencias se llevó adelante el juicio que expuso una modalidad pocas veces vista dentro del penal de Villa Las Rosas. Los jueces de la Sala V del Tribunal de Juicio condenaron a Guillermo Alfredo Alejandro Lozano a la pena de seis años y seis meses de prisión efectiva y multa por el delito de comercialización de estupefacientes agravado por ser cometido en establecimiento de detención.
En sus recorridas por la cancha y la rutina diaria, Lozano se percató de las falencias del Estado para con los penados, en especial para con los adictos, en quienes vio a potenciales clientes, así que, con ayuda de su pareja, comenzó a ingresar droga al penal, por lo general marihuana.
La mercancía era distribuida entre los adictos, mientras que los familiares recibían la factura. Y para asegurarse del pago, solían amenazarlos con cualquier tipo de daño a sus hijos, nietos, maridos o hermanos, aunque sí se mostraban más sensible con la forma de pago, el que aceptaban mediante Mercadopago.
Aunque Lozano y Santander trataron de mantener el monopolio de esta empresa delictiva, la modalidad comenzó a replicarse, lo que agrandó el número de acusados que fueron llevados a juicio, aunque las pruebas presentadas no fueron del todo contundentes.
Al respecto, el abogado Marcelo Arancibia señaló que "se produjo una gran cantidad de pruebas, tanto testimonial como documental, en especial, numerosos audios que referían cómo. En varios de ellos, llamativamente, se dejó entrever la complicidad de guardiacárceles, sin embargo, la fiscalía no trajo ninguno de ellos a juicio".
En el caso de su cliente, Valeriano, el fiscal afirmó que era culpable por un audio en el que hablaba de drogas, aunque nunca probó la comercialización ni la tenencia. Para replicar este argumento, Arancibia recurrió a un viejo adagio romano, el que afirma que "los pensamientos no delinquen".
Asimismo, y en vista de la situación extrema que fue aprovechada por los otros implicados, el letrado resaltó la ausencia del Estado en la tarea de resocialización de los internos, quienes, al caer en abstinencia, suelen incurrir en episodios violentos, consignó Nuevo Diario.
Fuente de la Información: Qué Pasa Salta