"Crimen pasional", resabios de una justicia dolorosa
06/03/2022. Noticias sobre Justicia > Noticias de Argentina
A diez años de aprobada la Ley 26.791, que incorporó el agravante del femicidio, la Justicia aún carece de perspectiva de género.
"Se murió por amor". Así, con esas cuatro palabras, una fiscal le respondió a la familia de Vanesa, una mujer embarazada de 8 meses que había sido prendida fuego por su pareja, padre de sus dos hijos, para graficar lo ocurrido en Rosario en 2010. "Crimen pasional". Así fue denominado en 1985 el femicidio de Angélica, quien fue apuñalada en reiteradas oportunidades por su marido.
A una década de la aprobación de la Ley 26.791, que incluye en el artículo 80 del Código Penal de la Nación la figura conocida como "femicidio", aún existen casos en los que la Justicia aplica condenas menores y sin perspectiva de género y decenas de familiares de mujeres asesinadas, como es el caso de Vanesa y de Angélica, persisten en su reclamo de modificaciones
Flavia Marengo es miembro de la organización "Atravesados por el Femicidio", es una mujer que desde hace décadas busca justicia por su madre, quien fue asesinada por su pareja y sufrió la desidia de "una Justicia machista" patriarcal e "injusta" por donde se la mire.
La historia de Flavia se remonta a 1985, cuando tenía tan solo nueve años y tuvo que entender que su padre había asesinado a su madre, llamada Angelica, de varias puñaladas. "Crecimos con la versión de que la que tuvo la culpa era mi mamá", aseguró a Télam Flavia, quien fue criada junto a sus hermanos por sus abuelos maternos, uno de ellos militar, que le repetía que "ella (por Angelica) se lo buscó".
Flavia, en la actualidad docente de una escuela de la localidad bonaerense de San Martín y madre de tres hijos, señaló que realizó varios años de terapia y que hace una década se reencontró con su padre, de nombre Osvaldo Marengo, a quien aún no perdonó. "Mi mamá no tenía a quién recurrir, porque quería estar con otro hombre. Mi padre no lo soportó y la asesinó. El patriarcado le impuso eso, la culpa de enamorarse de otra persona y de irse sin nada".
El asesino de Angélica estuvo solo siete años en prisión y la Justicia consideró que la motivación, y hasta la justificación del asesinato se debió a cuestiones "pasionales". "Cuando estaba preso lo iba a visitar. Era muy traumatizante ir a un penal. No hablábamos del tema, era como que estaba implícito lo que había hecho. En la escuela teníamos verguenza porque mi papá mató a mi mamá", recordó la mujer.
Otra historia es la de Vanesa Soledad Celma, de 2010, cuando Omar Díaz, su pareja y padre de sus hijos le prendió fuego en una vivienda de Rosario, en Santa Fe. El expediente fue investigado y caratulado como “incendio” y Díaz ni siquiera imputado. La fiscal Lucía Aráoz le dijo a la familia que “Vanesa murió por amor”.
La lectura que hace Flavia en el tiempo transcurrido, según sus palabras, es que su madre "prefirió estar muerta a quedarse con la persona que no amaba". Al respecto de la relación que volvió a tener con su padre, la docente señaló que un día le pidió que le relatara lo sucedido, que fue allí cuando se enteró, por las propias palabras de su padre, lo que había sucedido con su madre.
"Hoy en día mi papá no nombra a mi mamá. Le dice "la que te dije', cuando quiere referirse a ella o "yo la quería', cuando vea alguna foto", sostuvo. Y añadió: "No lo perdone, fue el destino de ellos. Nunca lo voy a perdonar, pero no tengo el sentimiento de odio porque me hace mal a mí. Tuve distintas etapas de bronca, enojo, dolor, pero con los años vas entendiendo que la vida sigue y lo vas transitando".
Fuente de la Información: El Tribuno