Armó una cisterna para ayudar a apagar incendios
16/07/2022. Noticias de Interés > Noticias de Salta
Usó una chata del año 68 y la puso a disposición de los bomberos voluntarios, que tuvieron mucho trabajo en estos días, justamente.
"Nos armamos como grupo de bomberos porque se necesita mucha ayuda cuando hay incendios", contó Gustavo Sandoval, vecino de La Silleta, que armó una cisterna con una vieja camioneta Ford año 1968 para sofocar los incendios en la zona rural en donde viven alrededor de 10 mil personas.
La Silleta, Colón, Rosario de Lerma zona norte, El Encón, Villa Lola, San Antonio, Villa María, proximidades del dique Las Lomitas y otras tantas zonas que de a poco se van poblando, estaban el jueves al borde del desastre a causa de los focos ígneos. Las llamas se dispersaron de manera repentina en pocas horas. El viento era incesante y traicionaba a los bomberos con el cambio de dirección. Se contabilizaron alrededor de 20 focos de diferente intensidad.
Los más complicados estuvieron entre El Encón, camino a Colón y Villa Lola. Allí llegaron los "Lideres de Emergencia" de La Silleta.
Sandoval y alrededor de diez voluntarios, todos mayores de edad, apagaron varios de estos focos. Fueron 12 horas de trabajo intenso. Evitaron que el fuego siga haciendo daños en las propiedades privadas y los campos circundantes.
"Fue intenso el trabajo. El fuego aparecía por un lado y por el otro. Hicimos lo que teníamos que hacer", dijo el bombero voluntario con humildad.
La capacitación de este poco conocido grupo de voluntarios, vecinos comunes y corrientes, lleva varios años. Sus primeras armas fueron las capacitaciones técnicas sobre cómo actuar en los siniestros de todo tipo.
Dirigidos por el profesional trabajo de Defensa Civil de la Municipalidad de Campo Quijano, a cargo del técnico Martín Padilla, los "Líderes en Emergencia" es un programa municipal que recluta a voluntarios mayores de edad con el propósito de servir a su comunidad.
Sandoval es albañil, apicultor, mecánico, agropecuario y, sobre todo, con una inmensa vocación de colaborar. Es considerado por los vecinos como un "buen tipo" y que vive ayudando al que puede.
Arregló una vieja camioneta Ford modelo 68 y la dejó como nueva. Armó una cisterna contra incendio y junto a sus vecinos del grupo de voluntarios comenzó hace dos años a ayudar en los siniestros de la zona. "Estamos capacitados en este tipo de eventos. Nos falta aún en la parte de elementos y equipos, pero la capacitación es constante. Creo que el Estado debe apoyar con mayores recursos a este tipo de organizaciones de voluntarios que podemos ayudar en casos donde la naturaleza nos pone a prueba a todos".
Gustavo apenas asistió a vecinos y sofocar varios de estos incendios, solo descansó unas horas y volvió a ser el trabajador polirrubro que todos conocen. Temprano tenía que seguir en una obra por la zona de El Encón. Su celular está encendido las 24 horas del día.
En guardia son siempre cinco los voluntarios, cuando la cosa se pone complicada se llama el resto del equipo.
Fuente de la Información: El Tribuno