Analizan por qué bajó la cantidad de denuncias por violencia de género
28/01/2018. Noticias sobre Justicia > Noticias de Salta
El año pasado cerró con una reducción cercana al 5 por ciento en el total de víctimas que llegaron a plantear sus casos en los organismos de asistencia.
El año pasado cerró con un total de 9.788 denuncias por violencia familiar en el distrito centro, un 5 por ciento menos que en 2016. La tendencia decreciente en el número de casos que llegan a la Justicia lleva varios años pero faltan elementos para dar una respuesta definitiva sobre el por qué.
En el distrito judicial centro, que comprende Salta capital y otros 13 departamentos, la baja en la cantidad de denuncias ya se había percibido en 2016, que cerró con un 6 por ciento menos de causas iniciadas que 2015.
Parte del descenso en el número de expedientes que llegan a los juzgados de violencia familiar y de género podría explicarse porque, en 2015, comenzaron a funcionar fiscalías especializadas en la materia a las que también pueden ingresar las denuncias, pero se necesitan más herramientas para hacer esa evaluación.
Para Alfonsina Morales, directora del OVcM (Observatorio de Violencia contra las Mujeres), el análisis se dificulta porque faltan cifras del fuero penal que permitan determinar por qué ingresaron menos expedientes a los juzgados de familia, del fuero civil.
“Insistimos en la necesidad de que haya una base de datos única, en la que se pueda cruzar la información del fuero penal y el civil para tener el número real. Hemos accedido a datos del ámbito penal pero, al no tener los nombres de las víctimas, no sabemos si incluyen denuncias que ya se están contabilizando en los juzgados civiles”, afirmó Morales a El Tribuno.
Si bien se infiere que parte de la reducción en el área de familia se relaciona con la nueva puerta de entrada para las denuncias que se abrió en las fiscalías penales en los últimos dos años, se viene registrando una baja gradual desde 2011, cuando se iniciaron más de 16 mil causas.
Desde 2007, primer año del que hay estadísticas completas, y hasta 2011, la cantidad de casos aumentó cada año. Luego comenzó el descenso.
Una de las hipótesis en estudio es que se podría estar estabilizando el número, luego de años de una explosión en la cantidad de denuncias por la aparición de la ley de protección a las víctimas, aprobada en 2006, y la difusión masiva que tuvo la norma.
Entre 2007 y 2008 los casos reportados pasaron de 13.959 a 15.132. El pico se dio en 2011, con 16.548. Desde entonces fueron bajando hasta el año pasado, cuando hubo 9.788.
Otra lectura posible es que el cambio se asocia con el avance de las políticas de prevención, razonamiento que se relativiza si se evalúa lo que ocurrió con los femicidios, que tuvieron altos y bajos pero no muestran una tendencia decreciente.
Alfonsina Morales destacó, más allá de la curva, que el número sigue siendo elevado. “Si se compara la cantidad de denuncias con las de otros delitos, se puede tener una noción de la magnitud. Lo mismo pasa si se analiza cuántas de las llamadas al 911 son por violencia”, describió.
La funcionaria aseguró que, en este momento, el principal desafío es la contención a las mujeres que llegan a las comisarías o fiscalías, y manifestó: “El fenómeno está muy en agenda y hay una visibilización del problema. Ahora lo más importante es la articulación de todas las instituciones para que las denuncias tengan una respuesta adecuada. Por lo que vemos, todavía estamos lejos de que las mujeres se sientan protegidas”.
La desprotección de las víctimas se profundiza en el interior provincial
Prometen ampliar la presencia del Estado y fortalecer mecanismos de prevención.
Referentes del Ministerio de Gobierno, Derechos Humanos y Justicia y del Observatorio de Violencia contra las Mujeres (OVcM) se reunieron para analizar políticas públicas frente a la situación del interior provincial, donde el 50 por ciento de los municipios carece de áreas que trabajen en la prevención o contención de las víctimas.
El secretario de Gobierno, Santiago Godoy (h), dialogó con directoras del OVcM esta semana para delinear acciones en las que también intervendrán Derechos Humanos y Asuntos Municipales.
Este trabajo apunta a “generar redes de fortalecimiento” y crear áreas de asistencia a las mujeres en el interior. Además, se busca tener monitoreos que permitan prevenir y asistir en casos de violencia.
Participaron en la reunión Alfonsina Morales y Pía Ceballos, directoras del OVcM, y Miguel Calabró, secretario de Asuntos Municipales.
Desde el Ministerio se prometió entregar información a los intendentes y desarrollar estudios sobre la evolución, tipos y modalidades de la violencia y sus consecuencias o efectos.
También se tratará de identificar los factores sociales, culturales, económicos y políticos que de alguna manera estén asociados o puedan constituir causal de violencia.
Godoy anticipó, además, que se firmará un convenio con el Instituto Nacional de las Mujeres para sumar en Salta el Plan Nacional de Acción para la Prevención, Asistencia y Erradicación de la Violencia contra las mujeres.
“Existe la decisión y la voluntad del Ejecutivo de asumir como política de Estado el cumplimiento de los derechos de las mujeres a vivir una vida sin violencia”, dijo el secretario de Gobierno.
La provincia está en emergencia por violencia de género desde 2014. En los últimos años se crearon refugios para las víctimas y fiscalías especializadas en la materia.
Sin embargo, el 50 por ciento de los municipios carece de áreas especializadas que puedan trabajar en la prevención y asistencia a las mujeres.
Este dato surgió a partir del informe anual del OVcM, que se presentó en noviembre de 2017.
El organismo hizo un relevamiento en toda la provincia sobre los recursos materiales y humanos que cada intendencia destina a este problema social.
Las posibilidades de asistir a una víctima en los municipios son bajas, ya en el 60 por ciento falta un espacio físico y solo en el 30 por ciento hay psicólogo según se detectó en la investigación del OVcM.
Que las víctimas encuentren apoyo para salir del círculo de la violencia es clave. En el 29 por ciento de los casos los agresores son cónyuges o novios de acuerdo a las estadísticas.
EL TRIBUNO