Abel Cornejo preside la Junta de Estudios Históricos de Salta
28/11/2018. Noticias sobre Justicia > Noticias de Salta
Entre los principios rectores de la Junta se destacan la metodología para el trabajo y la investigación científica
Este lunes quedó conformado el Consejo directivo de la Junta de Estudios Históricos de Salta, que preside el juez de la Corte, Abel Cornejo.Son vicepresidentes primera, la doctora Sara Mata y segundo, el historiador Gregorio Caro Figueroa. El presidente honorario es el periodista Néstor Salvador Quintana.
Completan la comisión directiva la secretaria Inés Zadro, el prosecretario, Hugo Saravia Cánepa, el tesorero Horacio Bertero y como protesorera, la licenciada Nancy Nicolini.
Los vocales son el doctor en Geología, Ricardo Alonso; la profesora María Eugenia Carante; el profesor Sergio Bravo; el periodista Antonio Oieni; la doctora Norma Estela Águila y en el Órgano de Fiscalización, están el juez decano de la Corte de Justicia, Guillermo Posadas; el escribano Luis Alberto Allena y el doctor Martín Villagrán San Millán.
La Junta de Estudios Históricos de Salta es una institución civil laica, libre, plural, sin fines de lucro, con profundo compromiso democrático y respetuosa tanto de la diversidad como de la igualdad de género, que tiene por fin estudiar la historia de Salta y de la Región en sentido amplio. Tiene comoobjetivos irrenunciables el trabajo de investigación interdisciplinario, la problemática histórica, económica y cultural, las consecuencias y cambios sociales, como también los diferentes cambios estructurales que fueron surgiendo en Salta y la Región a través del tiempo.
Entre los principios rectores de la Junta se destacan la metodología para el trabajo y la investigación científica, que propenden a la tolerancia, la diversidad, las diferencias de pensamiento sin otro compromiso político que el sostenimiento permanente de las instituciones democráticas.
Además, quedó establecido en el primer encuentro que las investigaciones, trabajos, talleres, conferencias, ciclos, diplomaturas, tecnicaturas y cualquier actividad que realice se realizarán en un marco de respeto a sus principios rectores, sin que las diferencias de pensamiento y de enfoque puedan ser causa de discordia o demérito para ninguno de sus miembros. La Junta tendrá un órgano de ética y disciplina que impondrá por sí, las sanciones que estime pertinentes que serán el apercibimiento, suspensión y expulsión.
Las opiniones, consultas, publicaciones y comunicaciones de la Junta sólo podrán ser emitidas con el asentimiento o consentimiento del Consejo Directivo y en lo posible se circunscribirán, en todos los casos, sin excepción, a los objetivos por los que fue creada. Constituirá una falta grave emitir cualquier opinión en nombre de la Institución sin aprobación previa de su Consejo Directivo. La junta procederá a la solidaridad y al compromiso con la investigación científica, de modo que deberá ser siempre diligente con la propagación y difusión de los trabajos que realicen sus miembros, dándoles toda la colaboración que fuese necesaria.
Como eje y con el fin de evitar confrontaciones que puedan parcializar el trabajo de la Junta y sus fines, se tomarán siempre cincuenta años de distancia entre la actualidad y los trabajos e investigaciones que se realicen. Es decir que, si se realizara una investigación o un trabajo de campo en la actualidad, el límite sería el año 1968. Ello sin perjuicio, de que si el Consejo Directivo lo estimara conveniente o pertinente, podrá pronunciarse sobre temas o consultas que se le hagan en casos que institucionalmente corresponda, partiendo siempre de la base los principios en que se informa.
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