Reina "Titi": de peluquera en Salta a ser una de las jefas de un clan narco internacional que tenía base en Santa Fe
27/06/2023. Noticias sobre Justicia > Noticias de Argentina
La historia de Adelaida Castillo, que fue detenida con 382 kilos de cocaína, muestra cómo funcionaba el clan Loza, una banda internacional que enviaba droga a Europa. En Ibarlucea, provincia de Santa Fe, existía un centro de acopio de droga.
Adelaida Castillo comenzó a ser conocida como Reina Titi cuando dejó su peluquería y se convirtió en un eslabón esencial de la cadena de narcotráfico.
Adelaida Castillo manejaba los bagayeros en la frontera caliente en Salvador Maza, Argentina, y Yacuiba, Bolivia. Lo que pasaba por ese límite poroso de manera ilegal estaba bajo su control en esa ciudad de 20.000 habitantes que siempre es un hervidero de camiones y gente cargando bultos sobre sus espaldas, que atraviesan caminos alternativos a los oficiales.
No era fácil para una mujer que tenía siete hijos estar al frente del contrabando. Mandar a los hombres rudos de la frontera. Por eso, a Adelaida la empezaron a llamar Reina Titi, un apodo que también tenía que ver con sus otras actividades paralelas, como la peluquería que montó en la Salvador Mazza y que después quedó en manos de su hija. El destino y la caída del clan Loza, uno de las organizaciones narco más poderosos de Argentina, con ramificaciones en Europa, la llevó a Castillo a quedar por un tiempo al mando de esta banda que proveía a grandes carteles internacionales.
El salto fue grande para Reina Titi, que tiene actualmente 63 años y está presa en la cárcel de Ezeiza. De cuidar el cabello de las mujeres de la frontera a custodiar cargamentos gigantescos de cocaína. En ese nuevo rol Castillo no duró mucho. Había sido designada por los Loza en esa función por una característica que en el narcotráfico es un atributo: estar fuera de todos los radares. Pero esa condición no es eterna. Fue detenida el 24 de setiembre de 2020 en la ruta 9, cerca del paraje El Paraíso, con 389 kilos de cocaína que iban hacia la provincia de Buenos Aires. Se sospecha que esa carga tenía como destino final Europa.
“Reina Titi” manejaba un centro de acopio de cocaína a 1250 kilómetros de la frontera, en Ibarlucea, a 15 kilómetros de Rosario. Es un pueblo más pequeño que Salvador Mazza, que se transformó en los últimos 10 años en una ciudad dormitorio de Rosario.
Posee un acceso rápido a través de la ruta 34, que une Salvador Mazza con Rosario, con conexión con la avenida Circunvalación, y terrenos a precios moderados, algo que hizo que a partir del plan Procrear muchas familias pudieran construir su primera casa propia. Pero la tranquilidad de ese pueblo semirural se empezó a requebrajar durante este último tiempo, cuando empezaron a sucederse crímenes vinculados a tramas narco.
Un jefe barrabrava
Un día antes de que fuera detenida con su hija y su novio Adelaida Castillo, agentes de la Policía Federal realizaron un allanamiento en Ibarlucea para dar con los proveedores del clan narco que cayó en San Francisco, Córdoba, que era supuestamente manejado por Brian Requena, el jefe de la barrabrava de Sportivo Belgrano, quien se encuentra prófugo. En esa investigación fue detenido Pablo Essex, el presidente de la entidad deportiva.
Adelaida Castillo manejaba los bagayeros en la frontera caliente en Salvador Maza, Argentina, y Yacuiba, Bolivia.
Allí también ocurrió luego una masacre en la boda narco que terminó en un triple crimen de una pareja y un bebé de un año y medio. Según la investigación el engranje narco en esa zona, donde Reina Titi alimentaba con cocaína era amplio y espeso. Estaba relacionado, incluso, a los novios Esteban Rocha y Brisa Leguizamón que contrajeron matrimonio el 29 de enero del año pasado y durante la celebración todo terminó mal. Un grupo sicario hizo una emboscada a uno de los invitados a la boda, donde concurrió la elite del narcotráfico rosarino, entre ellos, Iván Giménez, quien fue acribillado en un Audi TT junto a su pareja Érica Romero y la hija de ambos, Elena, de un año. Se sospecha que Giménez había perdido un cargamento.
Como la boda terminó de manera trágica y sangrienta, los novios huyeron. Fueron detenidos un año después, en enero pasado, en Asunción, Paraguay, donde se sospecha que un grupo narco local les daba refugio en un edificio lujoso. El casamiento no sólo expuso la ostentación de estos jóvenes narcos, sino también abrieron fuertes sospechas de que la venta de droga era el soporte que les daba la renta necesaria para mantener ese estilo de vida.
Una boda narco terminó en Ibarlucea con una verdadera masacre.
Castillo tenía como contacto en esa zona a un jugador de peso, como es Fabián Pelozo, a quien los investigadores ven como uno de los primeros narcos santafesinos con contactos en el exterior para convertirse en un narcotraficante con vuelo internacional. Reina Titi llevaba la cocaína de la frontera a ese pueblo santafesino, donde se acopiaba en un galpón en el campo. Por la ubicación preferencial se presume que también esa droga tenía como destino el extranjero.
Adelaida Castillo pegó el salto más grande de su vida tras la caída de los principales engranajes del clan Loza a partir de 2017, cuando una investigación internacional, de la que participaron organismos de inteligencia de España, Italia y Argentina, se logró desarticular la máxima estructura de una organización compleja, que se movía con mucha habilidad y tenía una red de lavado millonaria.
Prisión y embargo para el clan Loza
En enero de 2019, la Justicia federal procesó por lavado de activos y dictó la prisión preventiva a 12 miembros del clan Loza, a los que trabó un embargo de 7.500 millones de pesos. En diciembre de 2021 fueron condenados diez miembros de la organización. Erwin Loza, considerado jefe del clan narco, fue condenado a la pena de diez años de cárcel. Además, se le impuso una multa de 378 millones de pesos.
Entre los bienes incautados a los miembros de esta banda estaba la Ferrari que perteneció a Diego Maradona, que fue secuestrada en una playa de estacionamiento del barrio de San Telmo. El auto pertenecía a la empresa Automóviles The Boss SA, cuyo uno de los titulares era Erwin Loza.
El clan Loza tenía en su poder la Ferrari que alguna vez perteneció a Diego Maradona.
En una extensa resolución de 152 páginas, el juez en lo Penal Económico N° 2 Pablo Yadarola detalló la compleja ingeniería para lavar dinero del narcotráfico que usaron en los últimos diez años los hermanos Gonzalo y Erwin Loza, quienes a pesar de no tener ingresos formales adquirieron, junto con los otros miembros, más de 100 bienes por un valor total de $32.229.939.
Ante la gestación del importante poder económico de esta organización, que venía siendo investigada por Procunar y la Procuraduría de Lavado de Activos (Procelac) desde 2011, el juez Yadarola dictó embargos por un total de 7500 millones de pesos, una cifra inédita en una causa por lavado de dinero de origen narco.
Los embargos más altos recayeron sobre la cúpula del clan Loza. El magistrado fijó que los hermanos Loza y William Weston Millones, un peruano de 45 años, tendrán congelados bienes, cada uno, por 1000 millones de pesos.
En los múltiples allanamientos que se llevaron adelante en España, Italia y Argentina se secuestraron 45 vehículos de alta gama, entre ellos, dos Ferrari -modelos F430 y F355, una de las cuales perteneció a Diego Maradona-, dos Chevrolet Pontiac y un Camaro, dos Mercedes Benz y dos BMW, entre otros.
En la investigación no se pudo "determinar la modalidad concreta que utilizaría la organización para llevar adelante las maniobras de tráfico ilícito de estupefacientes", señala el fallo. "Lo que sí se logró conocer es el cuantioso patrimonio con el que cuentan sus integrantes, quienes resultan ser socios de diferentes sociedades comerciales con numerosos bienes y que teniendo en cuenta que no existe una justificación lícita para su origen, puede inferirse que se trataría precisamente de los beneficios de actividades narcocriminales", agrega.
Las autoridades españoles centraron sus investigaciones en descubrir la ruta de la cocaína, que manejaban los Loza para proveer de estupefacientes a distintos eslabones del crimen organizado en Europa.
La droga que terminó en España
En el pequeño pueblo de Lugano, a 22 kilómetros de Gijón, España, se sospecha que los Loza guardaron un cargamento de 1.400 kilos de cocaína, que -según la policía española- había llegado a la costa española en un velero que tripularon un miembro de la Armada argentina y dos uruguayos.
La policía española interceptó 20 días después en un camión de patente inglesa que iba de Oviedo a Granada más de 1.100 kilos de cocaína. El dinero que los Loza obtenían por el tráfico de cocaína era trasladado a la Argentina, a través de mulas que reclutaba el español Francisco González González. El 20 de noviembre de 2017 la Aduana Argentina detuvo en Ezeiza a Bienvenido González Lomeña y Víctor Calvente Cavero con tres valijas con 365.000 euros. Era un adelanto que había pagado el italiano Stefano Di Profio.
Un arrepentido en esta causa describió que la organización funcionaba a pleno desde 2008, y explicó que los contrabandos de cocaína a Europa se realizaban desde Argentina y desde otros países productores de la droga. Se sospecha que desde Perú y Bolivia.
Los Loza manejaban diferentes métodos para enviar la cocaína a Europa.
Se estima que los Loza tenían varios métodos para enviar la cocaína a Europa. Una era por barco en contenedores, utilizando el sistema del llamado "gancho ciego". Una vez que la Aduana controlaba el container, un infiltrado de la organización realizaba la apertura para introducir el estupefaciente y lo cerraba utilizando precintos mellizos a los originales. Se sospecha que un cargamento con esas características salió desde la Terminal 3 del puerto de Buenos Aires hacia Gran Canaria, España.
Los Loza habrían usado un método más complejo que a través del puerto. Se cree que introdujeron un cargamento de cocaína en un equipo de vehículos 4x4 de Bélgica que había venido a hacer una travesía a la Patagonia. Las camionetas luego fueron guardadas en una chacra en San Pedro, Buenos Aires, vinculada a Erwin Loza. Y allí se habría camuflado en las cubiertas la cocaína que después viajó en barco a Amberes, Bélgica, uno de los puertos por donde ingresa más droga a Europa.
Uno de los miembros de la banda que estaba dedicado al lavado de dinero y a la logística de la organización era Weston Millonario, cuya esposa Patricia Teresa Suárez sería empleada en el gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Este ciudadano peruano de 45 años adquirió en 2015 la empresa Apícola Reinas Rubias, en Lobos. Dos años antes había creado en La Cumbrecita, Córdoba, la firma La Boutique dedicada a rubros variados, como la compra de artículos de perfumería hasta chacinados. Y en 2011 la firma One Million SRL.
Weston, quien de acuerdo a los registros viajaba muy seguido a España con José Loza, de quien era su mano derecha, vivió con su esposa en el barrio privado Estancia Villa María, que está ubicado en Canning, provincia de Buenos Aires. Ese inmueble, que estaría a nombre de un socio y de su pareja Patricia Ruiz, luego fue alquilado. Los investigadores detectaron que en torno a los miembros del clan Loza se hicieron inversiones y se adquirieron entre inmuebles y vehículos 101 bienes.
Fuente de la Información: Aires de Santa Fe