Juez ordenó la entrega de 160 animales vacunos a dos ONGs
17/06/2025. Noticias sobre Justicia > Noticias de Salta
El juez Gustavo Ramiro Morizzio fundamentó la decisión en el bienestar animal. Sin embargo, luego se conoció la controversia por el reclamo que hacen pequeños productores ganaderos, en conflicto con la empresa Seabord Corporation
El juez Gustavo Ramiro Morizzio fundamentó la decisión en el bienestar animal. Sin embargo, luego se conoció la controversia por el reclamo que hacen pequeños productores ganaderos, en conflicto con la empresa Seabord Corporation, que retuvo a los animales desde 2024 aduciendo daños porque comían la caña de azúcar. Choque entre animalistas, campesinos y el Ingenio Tabacal por vacunos incautados
Lo que parecía un novedoso fallo del juez Gustavo Ramiro Morizzio que contemplaba los derechos animales, ya que había decidido entregar ganado bovino a dos ONGs para priorizar fines no faenatorios, expuso un conflicto entre la empresa Seabord Corporation y pequeños productores ganaderos.
Morizzio, que es juez de garantías en Orán, dispuso la entrega de 160 animales bovinos, que permanecen secuestrados en el predio de la empresa Seabord a dos organizaciones no gubernamentales Protectoras de Animales de Salta (PAS) y "Ajuya Jalala". Sin embargo, los dueños de los animales impidieron que estas ONGs se llevaran los animales.
Además, las organizaciones proteccionistas dijeron que no pueden retirar a los animales todavía porque el SENASA debe vacunarlos y emitir el certificado de sanidad.
El Poder Judicial detalló que la causa se originó a partir de reiteradas denuncias que hizo la empresa Seabord, dueña del Ingenio Tabacal, por daños provocados en las plantaciones de caña de azúcar, en Yrigoyen.
La abogada de la organización "Ajuya Jalala", Carmen Céspedes Cartagena, dijo a Salta/12 que hay 32 adoptantes, ubicados en el norte de la provincia, en el departamento Capital y localidades cercanas y en Joaquín V. González.
La letrada contó que la semana antepasada fue a retirar los animales para entregarlos a las personas adoptantes pero el operativo se vio interrumpido por una protesta en las puertas del lugar. "Las personas que habían sido dueñas de esos animales anteriormente, estaban en la puerta manifestándose, se pusieron en medio del camino", dijo.
"Son justamente las personas irresponsables que dejan sus animales sueltos en la vía pública. Ellos tienen causas penales por contravención y daños y otros delitos más", aseveró Céspedes Cartagena. "A mí me pidieron ayuda para poder sacar esos animales y que no pasen a faena controlada. Fue un pedido de la Policía de la provincia porque estos animales están judicializados", relató.
Céspedes Cartagena consiguió que el juez le otorgara a los animales tras presentar una medida cautelar en representación de las ONGs. "Un juez con conciencia, un juez que tiene corazón", opinó sobre el fallo.
El juez evaluó que estas ONGs eran las adecuadas para velar por el bienestar de los animales judicializados. Señaló que ambas organizaciones desarrollan programas de adopción responsable con fines no faenatorios dentro de la provincia de Salta, buscando darle al animal una vida de descanso.
El magistrado también dispuso que como parte de sus responsabilidades legales, las ONGs deban trasladar a los animales a predios donde puedan vivir en buenas condiciones y también deben elevar periódicamente informes al Juzgado sobre las condiciones de habitabilidad y salud de los bovinos.
El conflicto
Céspedes Cartagena explicó que la corporación Seabord adujo que las familias que se dicen dueñas de los animales, los ingresaban al predio "para que coman la caña". "Esos animales empezaron a causar daño dentro del ingenio", sostuvo.
"Y cuando los directivos del ingenio se dieron cuenta de esta situación, empezaron a buscar a los animales. Ellos sabían que no los podían correr porque lamentablemente estaban poniendo situaciones en riesgo: un camión que entra y sale de la Seabord, los autos que entran y salen" y por eso "Los metieron dentro de corrales y pusieron en conocimiento de la justicia".
En la causa intervino la fiscala de Pichanal Sofia Fuentes. En la investigación penal para determinar quiénes eran los dueños "Encontraron que en el fondo de la Seabord había faenamiento de animales. Habían ganchos donde estaban colgados los cuerpos de las vacas. Los dueños engordaban los animales en la Seabord con la caña. Luego ellos u otras personas faenaban los animales ahí, porque no tienen frigoríficos", contó Céspedes Cartagena.
Explicó que por esta problemática hubo un proceso judicial y personas detenidas. Luego, en un juicio abreviado varias personas recibieron penas de ejecución condicional de tres años por los supuestos daños a la Seabord.
Denuncian robo y causas armadas
En la contraparte, Marisol Juárez, contó la situación de su familia y otras cinco más, "que están afectadas" en lo que denominó como un "caso de robo grande que se hizo en el norte de la provincia de Salta" por el que acusó a la Seabord Corporation y al juez y también trató de "cómplice" a "la abogada proteccionista de animales".
"Morizzio dispuso la entrega de 160 bovinos a dos organizaciones. Hacen figurar esa cantidad. Hay más de 200", aseguró Juárez. "Mi familia, mi esposo, mis primos, mi sobrino (...), nosotros somos la cuarta generación de pequeños productores. Nuestros antepasados, se dedicaron a eso toda la vida", expresó.
Según su relato, la Seabord retuvo ilegalmente los animales utilizando "corrales clandestinos en los cañaverales", en conjunto con la Caballería de la Policía de la Provincia y la seguridad privada de la empresa Prosegur.
"Sabemos que Seabord es una empresa multimillonaria", recalcó. Aseguró que su marido y las otras familias, "venían haciendo denuncias, pero nunca quiso la fiscal solucionar esto".
Juárez explicó que el conflicto se agravó desde noviembre, cuando sus animales, vacas y caballos, comenzaron a ser retenidos. Dijo que para recuperarlos les cobraban hasta 30 mil pesos por cada uno, con el argumento de gastos de pastaje. "Venían remilflacos, venían desnutridos. Hay fotos, hay video de esto", afirmó.
"Mi familia, los chicos que venían denunciando (...), fueron perseguidos, también fueron llevados presos, porque los inculparon de algo que no hicieron, los inculparon de entrar al predio a robar animales que son de su propiedad. Ellos se acercaron a querer darles agua y alimento, porque los animales vienen secuestrados desde hace más de cuatro meses, entonces ya estaban muriendo de flacos", relató Juárez.
Aseguró que a los animales secuestrados en los corrales de la Seabord, y que estaban a cargo de la policía, no comían ni tenían agua. En abril, "en todo el tiempo de la lluvia, esos animales malparían sus crías ahí. Entonces, imagínense, para los propietarios, mi familia, era desesperante", aseguró en referencia a la importante pérdida económica que implica. Contó que al intentar abrirles el portón para que los animales salieran "a pastear un poco, los denunciaron por robo" de "no sé cuántas cabezas. Ahí hacen figurar que son 200", dijo.
Juárez criticó el rol de la Policía y de la fiscal. "Quiero que sepan todos que la señora Sofía Fuentes, la fiscal, siempre está a favor de de de las grandes empresas. En este caso está a favor de de la Seabord. Nunca ha dado una respuesta a los pequeños ganaderos. Nunca se puso a la par de estos trabajadores, nunca les prestó el oído", expresó.
Relató que cuatro hombres, entre ellos su marido y otros familiares, fueron detenidos durante un mes y presionados a aceptar un juicio abreviado para evitar la prisión preventiva, que podía durar dos años o más, hasta que tuviera lugar el debate oral y público. "No tuvieron opción (...) estaban desesperados", dado que nunca antes estuvieron presos, sostuvo. "Las armas que ellos decían que llevaron eran un lazo, un rebenque (...) y una pinza amarilla. ¿Quién no tiene una pinza amarilla?", subrayó.
Juárez dijo que hay un conflicto territorial con el Ingenio Tabacal y acusó a la empresa de no querer delimitar su propiedad, por lo que no están claros los límites. "Los animales están a la vera del río. Salen a pastar en lo que es la isla. Esta empresa no tiene delimitado su terreno, no quiere cercar. Entonces, al pasar esto, ellos veían animales cerca (...) Empezaron a secuestrarlos, agarrándose de eso, en sus cañaverales. En el mes de noviembre", aseguró.
"Acá en el norte hay mucha gente que se dedica a a a criar vacas. Todos nos conocemos. Y hay algunas personas que tienen vacas, que no están señaladas. Hay gente que tiene vacas y que sí circulan a la orilla de la ruta. No es nuestro caso. Porque las vacas de mi familia están a la vera del río como le digo. Queda remillejos para que salgan a la orilla de la ruta", aseguró. También afirmó que todos sus animales tenían marca y estaban registrados.
El destino de los animales
Consultada sobre el futuro de los animales tras su adopción, la abogada Carmen Céspedes Cartagena explicó que, aunque sería ideal evitar la reproducción, no podrán controlar esto. Destacó que los adoptantes comparten una mirada antiespecista y no ven al ganado como una mercancía.
“Las quieren para que formen parte de su vida como un integrante más y no como un objeto que se come o se consume”, dijo. Señaló que algunos adoptantes son fundaciones con espacios adecuados, comprometidas con el bienestar animal. "No pretendemos cambiar el mundo de un día para el otro, simplemente pretendemos cambiarle la realidad a ese ser que está sufriendo”, dijo.
Indicó que cada adoptante recibirá entre dos y cinco animales, con actas de entrega y seguimiento. A través de la abogada, algunas personas adoptantes hicieron llegar sus testimonios. Una de ellas explicó que los animales: “Seguirán el curso de la naturaleza, se entiende que no es para lucrar (…) No se va usar para leche más que alimentar todas sus crías”.
Otra adoptante alertó sobre el estado crítico de los animales: “Están sufriendo mortandad por falta de alimentos y estrés de corral (…), tenemos un lugar adecuado para criarlos”, aseguró.
Céspedes Cartagena apuntó contra la lentitud del SENASA: “Estamos todos mal porque se nos mueren por los trámites de SENASA”.
Desde el proyecto “Adoptá una vaca, adoptá una amiga”, un proteccionista explicó que el objetivo es el rescate, no la producción: “En el campo se saca uno o dos litros de leche para que tome la familia (…). A las empresas tendrían que frenar, no a nosotros”.
El colectivo proteccionista remarcó que no se trata de explotación productiva, sino de dar una vida digna y libre de faena a los animales.
Fuente de la Información: Página 12