Fiscal del caso AMIA: “La justicia nunca va a aclarar el 100%”
12/08/2025. Noticias sobre Justicia > Noticias de Argentina
Entrevista con el Dr. Sebastián Basso, fiscal titular de la Unidad Especial del Caso AMIA desde 2018, realizada a 31 años del atentado contra la AMIA en Buenos Aires. Afirmó que continúa con la línea del fiscal Nisman
por Marcelo Falca
Pasaron ya 31 años desde aquel 18 de julio de 1994. Ese día, a las 9.53 horas, una carga explosiva redujo a escombros al edificio sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina ( AMIA), perteneciente a la comunidad judía local, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
El hecho provocó la muerte 85 personas, heridas al menos a otras 300 y cuantiosos daños materiales en un radio cercano a los 200 metros. De esa manera, y apenas dos años después de ocurrido el ataque contra la Embajada de Israel también en la capital argentina, el terrorismo volvía a elegir a la Argentina como blanco y concretaba, a su vez, el peor atentado terrorista en la historia argentina. Casi 500 mil páginas se acumulan en los expedientes del caso AMIA.
A eso se le suma material de inteligencia guardado en cajas de papeles y “casetes” que podrían ocupar dos kilómetros en línea, archivados en el Palacio Barolo de Buenos Aires, el edificio gemelo al Palacio Salvo de Montevideo. Dos juicios orales por el atentado que terminaron en absoluciones, otro juicio por las irregularidades en la causa que condenó a los principales investigadores, una condena de la Corte Interamericana de los Derechos Humanos y un grupo prófugos iraníes y libaneses que se resisten a entregarse en los tribunales argentinos.
La teoría oficial considera que el ataque fue ideado y preparado por quienes por entonces ejercían el gobierno en la República Islámica de Irán, y ejecutado por la organización terrorista libanesa Hezbollah. Pero desde el inicio, la investigación tuvo muchos “claros y oscuros”. “Es paradójico que hoy los únicos condenados en la actualidad en esta causa sean el primer juez que intervino en la causa, los fiscales, gente de la inteligencia argentina y de la policía federal argentina”, afirmó al Diario La R el Fiscal Federal Dr. Sebastián Basso, quien está a cargo desde 2018 de la Unidad Especial que investiga el atentado a la AMIA que fue creada en 2004. El primer titular que estuvo al frente de la Unidad fue el fiscal Dr. Alberto Nisman, quien ocupó ese cargo hasta su trágica muerte en enero de 2015. Basso recibió a este medio en su despacho del piso 7 del enorme edificio “La Franco Argentina”, ubicado sobre la avenida Hipólito Irigoyen, frente a la emblemática Plaza de Mayo y en diagonal a la Casa Rosada.
– ¿Qué pasó de novedoso en el caso a partir de la creación de la Unidad?
– En el año 2006, los fiscales a cargo de la Unidad los Dres Nisman y Martínez Burgos reforzaron una imputación que ya venía trabajando el juez del caso, Juan José Galeano, contra altos funcionarios del régimen iraní por considerarlos los autores intelectuales que decidieron y dieron la orden de ejecutar el atentado.
El pedido tuvo favorable acogida del juez federal interviniente en ese momento, el Dr. Rodolfo Canicoba Corral, por lo que, desde el año 2006 a la fecha se han cursado varios pedidos de captura internacionales de la República Argentina a través de Interpol contra altos funcionarios del régimen iraní. En 2009, Nisman imputó a una persona de origen libanés Samuel Salman El Reda como integrante de Hezbollah y como el supuesto coordinador del atentado en Argentina. Hace unos años logré determinar que Samuel El Reda era una identidad falsa colombiana que él utilizaba acá en Argentina, pero que su nombre en libanés es Salman Raouf Salman aunque también utilizaba otras identidades falsas.
Los vaivenes de la investigación hicieron que en 2023 amplié las imputaciones contra otros ciudadanos de origen libanés, relacionados con la Triple Frontera, que es un punto neurálgico donde hay dos ciudades importantes que son Foz do Iguaçu en Brasil y Ciudad del Este en Paraguay y una ciudad más pequeña del lado argentino que es Puerto Iguazú.
– ¿Qué tiene de interesante esa ciudad?
– Que luego la guerra civil del Líbano en los años 80 se produjo una diáspora libanesa y se asentaron en ese lugar muchos ciudadanos de origen libanés. Entre ellos vinieron también algunas personas que integraban esta organización libanesa, que se llama Hezbollah, que para la Argentina y por las elementos de prueba que hemos reunido en el caso podemos denominar que es terrorista, que es la que realizó este atentado Son todas personas que viven fuera de la frontera de Argentina y de las otras personas que tenemos conocimiento viven en Irán o en el Líbano.
En total son alrededor de una decena los imputados, algunos de los cuales han fallecido. A Irán se le pidió en su momento cooperación internacional lo que negó sistemáticamente y nunca quiso entregar a estas personas para que sean juzgados acá en Argentina de acuerdo a las garantías argentinas.
– ¿Qué pasó a partir de la firma del memorándum de Argentina con Irán?
– En el año 2013, el gobierno de aquel entonces argentino firmó un memorándum de entendimiento con Irán, precisamente por el caso AMIA, acá en Argentina lo firmó el gobierno y lo aprobó el Congreso argentino, pero los fiscales y varias de las víctimas que están constituidas como partes en el proceso pidieron su inconstitucionalidad, su invalidez porque no se ajustaba a los parámetros de la Constitución del Estado de derecho argentino y por lo tanto fue declarado inconstitucional por la Argentina.
– Nunca se aplicó.
– Ese memorándum lamentablemente produjo una contaminación, si se quiere, de las alertas de captura internacional que están en Interpol, porque si uno las lee, las alertas de Interpol hoy por hoy figura que hay un pedido de captura contra esas personas, pero si uno lee la letra chica dice que también hubo como un pacto medio trunco con Irán, que hace que, bueno, si en algún momento algún juez de algún país extranjero tiene que decidir si extradita o no a estas personas, puede dar lugar a dudas.
– Recientemente el Congreso argentino sancionó una ley que se llama de juicio en ausencia ¿en qué puede ayudar en esta causa?
– Esta ley permite juzgar en casos muy graves, básicamente, de lesa humanidad, los establecidos en un estatuto internacional que es el Estatuto de Roma, avanzar en el juzgamiento de personas que se encuentran prófugas y que se sabe que no van a concurrir acá al país.
Esa ley se sancionó en marzo de este año. La unidad fiscal analizó la ley, consideró que es una ley constitucional que no tiene ningún vicio que impida su aplicación y por lo tanto es aplicable al caso. A fines de junio de este año 2025, el juez que actualmente interviene al caso, el doctor Rafecas, hizo lugar al pedido de la fiscalía y en consecuencia el juicio puede seguir avanzando pese a que las personas se encuentran prófugas.
– ¿Cuál sería la consecuencia práctica?
Que se podría llegar a hacer un juicio de acuerdo a la ley argentina o un juicio oral y eventualmente condenar en ausencia a estas personas, es decir, que los jueces dictan un veredicto de condena pese a que esas personas no van a estar presentes ni van a ejercer su derecho de defensa material en el juicio.
– ¿Cuáles son los inconvenientes?
– Básicamente que no conmueve la situación de los acusados, si los acusados siguen prófugos y las capturas siguen vigentes, es decir, los acusados van a seguir al mismo estatus a menos que caigan detenidos. Pero en un juicio como no solo tiene como finalidad condenar a los personas que se consideran responsables del atentado, sino también dar una cierta reparación, satisfacción o valor de justicia a las víctimas y a la sociedad argentina, ese valor de justicia es el que hizo que el juicio en ausencia se aplique. Eso es más o menos el juicio en ausencia,
– ¿Cuándo comenzaría?
– El juicio en ausencia significa que yo puedo seguir avanzando en el caso. De acuerdo a la legislación argentina, yo tengo que terminar la investigación, por lo menos las evidencias que faltan y después proponer la constitución de un tribunal oral para que se haga el juicio.Lo sensato para la fiscalía sería que el año que viene se pueda llegar a abrir la etapa de juicio oral, pero ya es una conjetura decir fechas.
– ¿Pero qué falta para redondear la acusación?
– La fiscalía está evaluando las pruebas que se acumularon en los 30 años, recopilando declaraciones a ver si los testigos están vivos o no. Lamentablemente, el paso del tiempo conspira muchas veces contra esto. Entonces, estamos terminando un poco eso antes de pedir la medida del juicio oral y ver con qué estrategia utilizamos el juicio oral.
– La unidad también se encargó de recopilar toda la documentación, sobre todo la desclasificada.
– Sí, acá hay un tema. En la Argentina, como en todos los países del mundo, el combate del terrorismo es un asunto al que se dedican los servicios de inteligencia. En todas partes del mundo las informaciones y la investigación provienen de los servicios de inteligencia.
Y los servicios de inteligencia no trabajan como auxiliares de la justicia y por lo tanto tienen una metodología diversa; pasa acá y en todas partes del mundo. Esos archivos son muy voluminosos y básicamente están todos en un edificio emblemático de acá de la ciudad, el Palacio Barolo, que tiene su contraparte en Montevideo (Palacio Salvo). Esos archivos quedaron a disposición de la unidad fiscal, que también tuvo que crear un equipo especial para ordenarlos, conservarlos y analizarlos. Es una tarea que ya está más o menos organizada ya. Gran parte del archivo está en papel pero hay muchas escuchas telefónicas que están grabadas en formato casete. Entonces eso hay que pasarlo a las nuevas tecnologías.
– De todo ese acervo documental han surgido nuevas informaciones, nuevas pistas?
– No, por ahora no hay nada, es decir, nos ha servido para profundizar líneas de investigación, pero novedoso decir algo que quizá sea totalmente inédito y que cambie radicalmente no ha pasado.
– ¿Se ha accedido a todo el material o hay algún archivo que todavía falta desclasificar?
– En principio la Secretaría de Inteligencia dijo que aportó todo, pero puede ser que haya algo a lo cual no hayamos accedido y que el servicio de inteligencia no nos haya aportado. Estamos en ese proceso de ver cuáles serían esas cuestiones que faltarían, pero en principio la Secretaría de Inteligencia dijo que aportó todo. También los servicios de inteligencia en Argentina han sufrido muchas reformas y muchos vaivenes que hacen que sea muy difícil hablar de una continuidad en estos 30 años.
– Con respecto al ex fiscal Nisman, su muerte dio lugar a conjeturas acerca de si fue un homicidio o un suicidio. ¿usted qué opinión tiene al respecto?
– Yo no soy el fiscal del caso, no me corresponde a mí evaluar qué pasó con su muerte, trágica Yo hablo de trágica muerte, evidentemente es una muerte dudosa, como se dice habitualmente. No soy el fiscal y sería imprudente decir algo al respecto.
– ¿La investigación que estaba haciendo Nisman, se retomó 100%?
– Los primeros fiscales fueron condenados por un hecho puntual, pero no todo lo que hicieron estuvo mal, al contrario, la mayoría de las evidencias que tenemos hoy por hoy fueron recopiladas en esa época. Los primeros pasos siempre son los más fructíferos. Esa prueba es la que básicamente investigamos, la que tenemos nosotros.
Nisman continuó con eso y yo sigo con la misma línea, Nunca se suspendió esa línea en mi caso. Quizás hubo errores y a veces caminos que no condujeron a nada, pero bueno, esto ha sido para la justicia argentina un caso inédito, nunca pasó un caso de esta naturaleza antes y gracias a Dios al momento no ha pasado nada de esta naturaleza.
Entonces fue muy difícil a veces encauzar una sola hipótesis, se manejaron muchas hipótesis y se mezcló mucho la política nacional, la geopolítica, intereses sectoriales
– ¿Por qué Irán?
– Bueno, de parte de Irán tenemos un motivo importantísimo que es que Irán por su propia constitución del régimen político que gobierna Irán, el régimen revolucionario, ellos tienen dos objetivos, uno, expandir los ideales de la revolución que se confunde con una cierta visión del Islam milenarista y todo el mundo se tendría que convertir al Islam y que no están en el camino malo si se quiere estar fuera de ser gobernados por el diablo y esa exportación de la revolución, estuvo vigente en los años 90 acá en Argentina, de una manera muy profunda a través de uno de los acusados.
Y otro de los motivos de que están en los propios estatutos de la Constitución iraní y que son públicos es la destrucción del Estado de Israel.
Argentina también en esta época tenía un intercambio clandestino de transferencia de tecnología nuclear a Irán que al asumir la presidencia de Menem en el año 1989 los cortó.
Y también tenemos la problemática propia del conflicto de Hezbolá con Israel. Esos son los motivos que pueden llevar a tomar la decisión de poner una bomba.
También la circunstancia que en Argentina, la comunidad judía es muy importante, no solo por su cantidad, sino por su presencia en la sociedad argentina y en la institucionalidad argentina.
Pero uno de los elementos de prueba más importantes es un comunicado que se hace en el Líbano, días después del atentado, en un periódico del Líbano, donde una agrupación vinculada a la resistencia islámica, se atribuyó el atentado junto con un atentado que sucedió horas después en Panamá, a bordo de un avión, con una persona que tenía bombas en su cuerpo y se detonó.
– ¿Las otras pistas, la pista Siria, por ejemplo, se descartan?
– A ver, todo hecho trascendente, obviamente, se analiza. Y acá hay que decir que juegan mucho los medios de comunicación y los intereses. Algunos sanos, otros intereses de los que mejor no hablar. se fueron instalando en la opinión pública como que había otras pistas. A esto se le suma el condimento de que el juez Galeano y los fiscales en su momento hablaban de una pata local.
– ¿No la hubo?
– Claramente no, eso no existe.
– Que responsabilidad tuvo el gobierno de Menem y Menem en particular respecto a este caso?
– A ver, no hay ningún elemento que permita vincular a funcionarios del Estado Argentino en la realización del atentado. El atentado fue realizado por una organización terrorista que vino, puso la bomba y se fue. Sí fueron responsabilizados por omisiones e irregularidades en el curso de la investigación.
– ¿El coche bomba existió?
– La participación del coche bomba también generó por lo menos desde el punto de vista periodístico visiones diferentes, pero está acreditado que sí. Hoy el que quiera discutir la existencia de la camioneta, es un necio o es un malintencionado porque están las evidencias físicas. Se encontró el motor, se encontraron los restos de la camioneta, lamentablemente algunas de las víctimas tenían incrustadas restos de la camioneta en sus cuerpos y hasta se hizo una reconstrucción.
La mecánica del atentado con un coche bomba y los daños que se produjeron a través de eso está acreditada por estudios periciales de ingenieros, de universidades. No es un tema de opinión sino que es un tema técnico entre las ciencias físico-matemáticas que lo han demostrado. Es un tema científico y está acreditado y el que lo quiere negar, que lo haga, porque bueno, hasta hay gente que dice que el mundo es plano.
– ¿Qué objetivo perseguiría un atentado como el de la AMIA?
Fue un atentado claramente dirigido a la comunidad judía. Y la cantidad de muertos que tuvo lo hizo el más grave desde la Segunda Guerra Mundial hasta ese momento. Obviamente, después esto cambió.
– ¿Qué expectativas tiene de que este caso se llegue a esclarecer algún día?
A ver, yo soy fiscal, mi deber es cumplir con la ley. En el caso concreto, mi objetivo es esclarecer lo máximo posible el caso, lamentablemente, estas manchas que tuvo a lo largo de su historia hizo que quede un manto de duda sobre no solo la función del Estado argentino en la investigación del caso, sino también para decir qué sucedió.
La justicia nunca va a aclarar el 100% de todo, no es la función de la justicia y por otro lado un caso de esta envergadura dispara preguntas y anhelos que claramente no es función de los jueces o los fiscales responder, pero sí dentro de los límites de la ley buscar la mayor verdad posible. Este es el principal anhelo, aclarar el caso con la mayor luz que pueda dar.
Y respecto al anhelo de justicia, que el de responsabilizar a los autores del hecho, la idea de la fiscalía es que se haga el juicio oral lo más pronto posible, en ausencia, porque el paso natural del tiempo hace que muchos de estos acusados tengan una edad avanzada y que incluso algunos han muerto sin que hayan recibido una sanción humana importante.
Fuente de la Información: cciu.org.uy