Femicidio de Jésica: una muerte que pudo evitarse y un niño de 7 años testigo del aberrante crimen abandonado por el Estado
26/05/2021. Noticias sobre Justicia > Noticias de Salta
La joven salteña había dado con sus denuncias señales de auxilio desesperadas antes de morir. El femicida tenía una perimetral, pero vivía asentado ilegalmente a 50 metros de su víctima y nadie lo advirtió. Y el pequeño hijo de la mujer, quien fue
Tras uno de los femicidios más horrendos de los últimos tiempos en Salta y en el país, los vecinos y amigos de Jésica Maribel Solís se concentraron en el barrio San Calixto, en la zona sur de la ciudad, en un respetuoso rezo de novena por la memoria de la joven salteña de 29 años asesinada por su expareja, quien la apuñaló en el cuello y la mató en presencia del hijo de 7 años hace algunos días.
Jésica era una vecina muy querida en el humilde barrio, una sacrificada emprendedora salteña que atendía en su vivienda su pollería, con el que sostenía a su familia, y especialmente a sus hijos, quienes presenciaron de manera directa la sangrienta escena, cuando a plena luz del mediodía y en su mismo negocio, y en medio de un incesante deambular de transeúntes, la joven encontró la muerte de la peor manera.
Su asesino ingresó al domicilio de la víctima, la atacó con un cuchillo y la apuñaló en la zona del cuello. Jésica intentó salir y pedir auxilio, los vecinos llamaron al 911 tras ver interrumpida la tranquilidad del barrio por gritos desgarradores. La ambulancia demoró más de lo normal en llegar y nada se pudo hacer. Jésica murió desangrada.
Esta tragedia también desnudó las falencias de la Justicia y del Gobierno provincial y el abandono al que estaba librada Jésica, además de la falta de contención a su pequeño hijo: un abandono previo a la víctima y una vulneración de los derechos de la niñez del pequeño Kevin tras el asesinato.
Carlos Arias, vecino de San Calixto y referente muy querido allí por el trabajo que desempeña junto a su esposa por la comunidad, expresó la congoja de la que todavía no puede salir el barrio entero, y brindó llamativos y tristes detalles sobre una muerte que la Justicia salteña podría haber evitado, y también de la situación actual del pequeño niño de 7 añitos que vio morir a su mamá de la peor manera, siendo testigo del brutal femicidio. Él hoy no cuenta con la contención necesaria tras tamaña situación traumática que le tocó vivir y que lo dejará marcado de por vida.
"La Justicia dejó totalmente desamparada a Jésica, porque este asesino tenía una orden perimetral y sin ir más lejos estaba ocupando un terreno a media cuadra de Jésica, y donde constantemente la hostigaba a Jésica. La Policía custodia a los asentados y descuida a los vecinos, eso pasa siempre, porque los hechos de inseguridad en el barrio son crecientes; también un niño fue violado hace tiempo en este barrio. Le pedimos la construcción de una garita de seguridad al Ministerio de Educación y al Procurador y seguimos esperando y ya tenemos una muerte. El ministro Juan Manuel Pulleiro nunca dio una respuesta. Y cuando nos respondían las notas nos decían que no era necesaria la seguridad para la zona", expresó el referente vecinal en la transmisión en vivo de DNIsalta.com.
"La Provincia aún no le ha enviado contención psicológica al niño y ese es uno de nuestros pedidos. Es lamentablemente doloroso que un niño de 7 años tenga toda la responsabilidad y que asumir estas consecuencias por falta de acompañamiento de la Provincia y de Fiscalía. El abandono total y la ineficiencia del fiscal de Limache, que tenía el pedido de perimetral y de consigna para Jésica y Jésica no lo tenía, a dos cuadras estaba la garita policial y no se lo evitó. La única contención de Kevin la tiene de parte de su familia", desnudó el vecino el cúmulo de ineficiencia y pasividad gubernamental, judicial y policial que contribuyó a este atroz femicidio.
Carlos también reveló que el asesino de Jésica estaba usurpando un terreno, y a metros de la casa de la joven, pese a tener restricción de acercamiento a la víctima, una insólita incoherencia que devino en un atroz crimen que podrían haber evitado. "¿Cómo la Fiscalía no va a saber que este asesino estaba usurpando un terreno? Se asentó adentro de una casa", reveló con dolor Carlos Arias.
El femicidio de Jésica genera un profundo e incomparable dolor en su familia, mas aún tratándose de una muerte que se pudo haber evitado, ya que la víctima había pedido a gritos auxilio y no las escucharon. Había denunciado en anteriores oportunidades a su asesino, quien tenía perimetral y prohibición de acercamiento dictada por la Justicia; sin embargo, el femicida vivía en una casa que había usurpado en un terreno a 50 metros del hogar de Jésica, algo que al parecer nadie detectó y advirtió, hasta que la asesinó. Un cúmulo de desaciertos difíciles de digerir y aceptar.
Cabe destacar la importancia vital de que el pequeño Kevin, quien presenció de manera directa el brutal asesinato de su mamá, pueda ser asistido y contenido psicológicamente para resignificar el trauma, y para ello es fundamental el trabajo de los primeros días, porque todo lo que se haga mañana puede ser muy tarde. Acompañamiento que también debería tener el entorno familiar de Jésica, por lo difícil que será tener en sus manos la responsabilidad de criar y acompañar a ese niño.
La salud física, psíquica y emocional de las personas es un derecho inalienable, y más aún tratándose de un niño, derecho asentado en la misma Constitución: el Estado tiene la obligación y el deber de garantizar la salud mental de un menor, para ser realmente un "Estado presente", y no solo desde un slogan. Los derechos de los niños no son objeto circunstancial de campaña o algo que se vocifere de la boca para afuera. Hoy los derechos de Kevin están tirados por el piso.
Fuente de la Información: DNI Salta