El fin del “chineo”: un pedido a gritos al Congreso de la Nación
29/05/2022. Noticias sobre Justicia > Noticias de Salta
La última jornada completa del Tercer Parlamento de Mujeres y Diversidades Indígenas, el pasado miércoles 25 de mayo, estuvo dedicada a hablar del "chineo" y los tipos de violencias que sufren las niñas y mujeres en las comunidades, temas muchas vec
En el encuentro emergió el dolor profundo, el llanto, la rabia, la impotencia y el mirarse en el dolor: en uno de los grupos surgió que la mayoría de las mujeres habían sido violadas de niñas. Muchas de ellas contaron los abusos que sufrieron por parte de hombres blancos y también por otros de sus comunidades y en el interior de sus propias familias.
“El "chineo" no es una práctica cultural sino una práctica sistematizada colonial perpetrada por hombres criollos hacia nuestras comunidades.” Lleva ese nombre porque los españoles y luego los criollos llamaban "chinas" a las niñas indígenas por sus ojos rasgados. “La palabra 'chineo' no surge del pensamiento ancestral indígena, la palabra 'chineo' le pertenece al opresor, al invasor, al criollo violador. Esta palabra tiene una carga racista, misógina y genocida”, aseguran las mujeres, quienes eligen utilizar este término para demostrar la "racialización" de este tipo de violencia de género.
“Este espacio no sólo nos ha permitido escucharnos sino cuidarnos entre nosotras”, agregó Irene Cari, que también advirtió sobre la falta y necesidad de espacios hacia el interior de las comunidades “para construirnos a nosotras mismas”, y haciendo énfasis sobre el temor que inclusive tienen a los propios caciques, que según contó, golpearon a algunas mujeres para impedir su asistencia a este encuentro: “lo que el parlamento nos dejó sobre todo es mucha esperanza, porque es hoy una semilla para resistir contra cada embate.”
“Lo que importa es que este concepto (de chineo) nos ha generado a nosotras una forma de interpelar al Estado, de interpelar a los efectores del estado, a los ministerios, de que esto debe parar y que no podemos permitir un minuto más de silencio”, concluyó.
Relatos que duelen de mujeres indígenas que parlamentaron por “El Buen Vivir”
Irene hace una pausa, suspira tratando de recopilar y hacer propias las voces y relatos de cada una de sus hermanas para plasmarlo en este diálogo: “yo soy la síntesis de una violación, mi abuela fue violada, mis hermanas fueron violadas, cargo en mi espalda esa palabra, y a nosotras, a cada una de nosotras nos hicieron creer durante siglos que sólo para eso servimos”, dice con la voz enjuagada en lágrimas pero con la esperanza intacta de que hay realidades que ya se están transformando. Esta transformación requiere desnaturalizar siglos de violencia patriarcal, de prácticas aberrantes como el chineo (que no es otra cosa que una violación), y para eso es que ellas se reunieron días atrás: cerca de 300 mujeres de más de una treintena de naciones originarias de nuestro país, de Bolivia, Paraguay, Chile y México, invocando aquellos saberes ancestrales para pensar y repensar toda la vida en un encuentro histórico.
A días de finalizado el Parlamento Plurinacional de Mujeres y Diversidades por el Buen Vivir, Nuevo Diario dialogó con Irene Cari, descendiente de mujeres originarias, feminista del Foro de Mujeres por la Igualdad de Oportunidades que hizo un resumen de las tres jornadas que arrojaron pedidos de acción directa para la el fin de los crímenes de odio contra mujeres y niñas de comunidades originarias, la abolición de prácticas coloniales como el chineo, la participación activa en el próximo #3JNIUNAMENOS con el pedido de #BastaDeChineo, además de un encuentro urgente con el presidente de la Nación, Alberto Fernández y la ministra de Género y Diversidad Elizabeth Gómez Alcorta.
“El primer día se realizó una jornada de integración con una apertura muy emotiva, muy diversa y rica que fue realizada en muchas lenguas”, describió Irene: “fue impresionante escuchar en cada una de sus lenguas palabras de sanación”, dijo y dio detalles sobre estas guardianas de saberes, formas y tradiciones, todas multilingües y protagonistas de ceremonias que mezclaron música, baile, y todo tipo de saberes. El segundo día se abordó el tema de la educación: “así pudimos hacer un análisis sobre una educación que nos impusieron en una lengua que nos barrió, y nos hicieron creer que era la forma de evolucionar para incorporarnos a una sociedad de la que estamos excluídos”, dijo la referente feminista, y analizó: “lo único que nos hizo fue el desarraigo, no sólo nos arrebató la visión de la vida en todas sus dimensiones sino la mirada sobre el buen vivir”.
Miradas hermanadas en el dolor que encontraron abrazos sororos para mitigarlo, y la fuerza para levantar banderas de luchas en la búsqueda de derribar construcciones patriarcales.
Fuente de la Información: Nuevo Diario