Destacan el criterio de los jueces que absolvieron a policías acusados de homicidio
29/05/2025. Noticias sobre Justicia > Noticias de Salta
Tras la absolución lisa y llana dispuesta por la Sala V del Tribunal de Juicio para el sargento ayudante Evaristo Guzmán, uno de los policías juzgados por la muerte de Daniel Juárez, el defensor Marcelo Arancibia, dio detalles del caso
Tras la absolución lisa y llana dispuesta por la Sala V del Tribunal de Juicio para el sargento ayudante Evaristo Guzmán, uno de los tres policías juzgados por la muerte de Daniel Juárez, el abogado defensor Marcelo Arancibia, dio detalles del caso y destacó el criterio acertado de los jueces.
Guzmán, como se informó, fue absuelto junto al suboficial principal Miguel Aguirre Suárez y el cabo Héctor Guerrero, quienes el 9 de febrero del 2022, en el móvil 1.656, de la comisaría 102, de San Lorenzo, acudieron a una casa de la Manzana 23, del barrio Atocha II ante un llamado de auxilio.
Sucedió alrededor de las 19 horas. Minutos antes, en dicha vivienda, Juárez, que se hallaba alcoholizado, sacó a pasear a un gallo y luego entró a la casa, donde comenzó a discutir con su mujer, Paola Durán, quien preparaba el agua caliente para que sus tres hijos menores se bañaran.
Según el relato de la mujer, Juárez estaba ebrio o bajo los efectos de alguna sustancia, pues estaba agresivo, aunque reconoció que no había sido golpeada, pero la enervación del mismo le causó mucho temor, al punto que puso a sus hijos a resguardo de una vecina, e incluso uno de ellos, una adolescente de 16 años, que ya conocía de estos episodios violentos protagonizados por su padre, fue la que alertó al 911.
En cuanto a la disputa, flotó en el debate que podría haberse suscitado por un pedido de dinero de Juárez a su pareja, algo que, el abogado Arancibia, no dejó de analizar en su alegato, pues consideró que se trataba de un indicio de peso, como así también el estado de ebriedad del hombre que llegó a amenazar con romper el televisor, algo que la hija de 16 años también escuchó.
Para el letrado, el escenario era de sumo grado de peligro, un caldo de cultivo para un hecho de violencia de género, del que afortunadamente Durán salió ilesa, en definitiva, gracias a la alerta hecha por su hija, aunque negó que su marido la golpeara. Arancibia, en ese sentido, resaltó el hecho de que la mujer puso a resguardo a sus hijos e incluso buscó auxilio con una vecina.
Aspirantes en el lugar
Tal como se esperaba, la ayuda llegó. Primero en la persona de dos cadetes que tocaron la puerta, siendo atendidos por Durán, quien reveló la situación de riesgo que atravesaba, lo que llevó a los aspirantes a salir en busca de ayuda, la que llegó en el momento indicado.
Del móvil 1.656, bajo el suboficial Aguirre Suárez, a cargo, el sargento Guzmán y el cabo Guerrero. La mujer, lejos de impedir o poner algún obstáculo, permitió el ingreso de los policías, circunstancias en que se vieron las caras con Juárez, quien no bajó los decibeles en su actitud agresiva, pues fue hasta una pieza, de donde salió armado con un cuchillo de carnicero, según dijo el defensor.
En ese momento, Guzmán, que había dejado dentro del móvil una escopeta con postas de goma anti tumulto, salió a buscarla.
“Es fácil decir en el juicio lo que se debería haber hecho”
“Mi cliente, según el video de las cámaras, no presentaba signos de apresuramiento, sino todo lo contrario”, explicó Arancibia para describir que no corrió a buscar un arma para con ella matar a Juárez, sino que lo hizo de manera preventiva, pues tenía el deber de resguardar dicha arma. Al reingresar, se dio con el suboficial herido de dos cuchilladas, una a la altura de la espalda y otra en uno de los antebrazos, mientras Juárez seguía con el arma blanca en mano, blandiéndola de un lado a otro, en una clara actitud desafiante, pues ya había mandado al suelo a uno de los uniformados.
Así fue que, en un momento, cuando el aspirante que también acompañaba a los policías, trastabilló y quedó a tiro del agresor, circunstancias en que, tanto Aguirre Suárez y Guzmán, en momentos de suma tensión, dispararon sus armas para poner a resguardo al aspirante y también a ellos mismos.
“Ese momento fue una escena de película, en la que había que tomar una decisión en milésima de segundos”, retrató el defensor, quien rechazó de plano el argumento esgrimido por la fiscalía, al sostener que los policías deberían haber dejado de lado las armas y actuar de otra manera para reducir a Juárez.
“Es fácil venir con el diario del lunes y sostener lo que se debería haber hecho y sacar en cara la supuesta preparación y protocolos, la que, tal vez sirve en las aulas de instrucción. Aquí estaban frente a un hombre enajenado, con signos de ebriedad, como surge de los análisis, que ya había herido de dos puñaladas a uno de los policías; con un joven aspirante a expensa de ser otra víctima; era un cuadro de sumo riesgo en el que imperó su legítimo derecho de defensa, tal como lo entendieron los jueces”, afirmó el letrado a este medio.
Párrafo aparte, el defensor descartó de plano la teoría de la querella respecto a la hipótesis de que Guzmán fue partícipe necesario de un homicidio, lo que, según aseguró, “en ningún momento del juicio fue probado de manera alguna”. Su postura, como la de los abogados defensores de Suárez y Guerrero, fue la que terminó por definir el veredicto de absolución dictado por los jueces Mónica Faber, Marcelo Rubio y Gabriela Romero Nayar.
Fuente de la Información: Nuevo Diario