Denuncia por brutalidad policíaca en Quebrachal
11/07/2021. Noticias sobre Justicia > Noticias de Salta
Un hecho que trajo gran preocupación por el lado sudeste del mapa salteño fue la presentación a la que accedió NdR. Un joven la realizó contra un oficial de la policía salteña y fue caratulada como lesiones. La misma ingresó en la Fiscalía penal
Este lunes, probablemente se cite a declarar al oficial Jorge Martín Aybar en la Fiscalía Penal de la ciudad de Joaquín V. González. El uniformado, quien se desempeña hasta ahora en El Quebrachal, fue denunciado en la ciudad vecina por brutalidad policial contra el joven César David Díaz.
Díaz recibió una feroz golpiza por parte del policía, luego de efectuar un reclamo por una motocicleta secuestrada el fin de semana largo. La presentación se hizo en la dependencia de la ciudad cabecera del departamento de Anta, debido a que el muchacho consideraba no contar con las garantías necesarias para accionar contra un oficial en la misma jurisdicción en que se desempeña este último.
En el peritaje médico al cual se sometió Díaz, los encargados de asuntos forenses constataron las lesiones denunciadas y atribuidas al ya mencionado Aybar. Un enlistado en esta fuerza de seguridad que en algunos testimonios recogidos por NdR indican que “atropella a todo el mundo en quebra”. Y que ninguna presentación prospera, luego de las advertencias y el peligro para su integridad física con el que intenta luego hacerlos desistir.
En contraposición, Díaz fue efectivamente y realizó la presentación. La que fue caratulada provisoriamente como “Lesiones” por la fiscalía a cargo de María García Pisacic, bajo el número 0830-1155, el día sábado, 10 de julio.
De acuerdo a lo expuesto en esta denuncia, la golpiza fue el sábado por la madrugada en la Sub Comisaría quebrachaleña. El oficial le había incautado la moto MCA Brava 125 cc color negro, estacionada en la calle principal y Las Heras, cerca de la ruta 16. Sin que Díaz se diera cuenta (estaba estacionada frente al domicilio de un amigo) suponiendo que se la habían robado.
Por ello, luego concurrió a esta dependencia policial y tras una discusión con algunos de quienes hacían guardia, la hospitalidad forzada lo dejó tras las rejas del calabozo. Unas cinco horas más tarde, ya en libertad, habrían sido las lesiones que alegó el empleado público, por parte del mencionado oficial.
Por esta razón, Díaz pidió que un profesional profundice los estudios médicos –en la zona del rostro- a fin de determinar con precisión el alcance del daño físico. Lo que supone una mañana caliente en el ambiente tribunalicio del sudeste provincial y nuevos cuestionamientos por este tipo de prácticas abusivas y violentas.
Fuente de la Información: Nota de Redacción