Condenaron a seis jefes de un Servicio Penitenciario
08/03/2019. Noticias sobre Justicia > Noticias de Argentina
Llegaron a juicio acusados por encubrir el asesinato de un preso en 2012.
Seis jefes y personal jerárquico del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) fueron condenados ayer a penas de hasta seis años de prisión por el encubrimiento del crimen de un detenido que fue golpeado hasta la muerte en una cárcel del partido de San Martín en 2012. La pena fue impuesta por el Tribunal Oral Criminal 5 de San Martín, que halló responsables a Daniel Lucas Fernández, Eduardo Orsuza, Favio Ferreyra, Eduardo Orfanelli, Hernán Pablo Maciel y Mauricio Darío Pinedo.
Todos fueron hallados coautores del delito de encubrimiento agravado y los tres primeros recibieron seis años de prisión y los últimos cinco años. El tribunal dio por probado lo que la familia denunció desde el primer momento: que Patricio Barros Cisneros (26) no se había suicidado, como quiso instalar el SPB, sino que había sido torturado y asesinado por al menos seis agentes penitenciarios. Según se pudo establecer en el juicio, el personal jerárquico montó una maniobra para encubrir los hechos.
Durante las horas posteriores al homicidio los agentes y sus jefes acordaron una versión falsa de lo sucedido e intentaron convencer a los testigos para que la sostuvieran. "La condena constituye un hecho histórico porque desenmascara la responsabilidad de la jerarquía en la violencia estructural, extrema en este caso, que se vive en cárceles y comisarías bonaerenses. El rol de la familia -a quien representamos- fue determinante para sostener el reclamo de justicia", indicó la querella.
Este es el segundo juicio que se realiza por el caso, ya que en 2015 cinco agentes fueron condenados a prisión perpetua por las "torturas seguidas de muerte" de Barros Cisneros. El hecho ocurrió el 28 de enero de 2012, cuando Barros esperaba la visita de su pareja. El detenido pidió hablar con uno de los agentes para poder tener un lugar de visita más cómodo y fresco, pero los penitenciarios le negaron y fueron a hablar con el encargado del turno. Luego los agentes ingresaron al pasillo y comenzaron a golpearlo. Todos los testigos coincidieron en la brutalidad con la que le pegaron desde que comenzaron hasta que Patricio murió. "Todos pegaban piñas, patadas, trompadas, le saltaban arriba, en la cabeza, en las costillas, en la entrepierna", declaró un testigo.
EL TRIBUNO