Buitres piden otra audiencia a Griesa
16/02/2016. Noticias sobre Justicia > Noticias de Argentina
JUEZ QUIERE GARANTÍAS DE ARGENTINA Y FIN DE LEY CERROJO
Thomas Griesa endureció su posición. El juez de Nueva York dejó ayer claro que si bien en líneas generales acepta la oferta argentina (no es poco), quiere garantías del Gobierno de Mauricio Macri de que el país efectivamente les pagará a los acreedores y que el Congreso local aprobará la derogación de la ley cerrojo. Griesa además podría disponer la apertura de su juzgado para una nueva audiencia entre las partes, a pedido de los abogados de Elliott, que quieren que el magistrado escuche los argumentos que los bonistas que rechazaron la oferta argentina tienen para exponer.
La posición del juez sobre los requerimientos que se le harán al Gobierno argentino fue transmitida por sus colaboradores al abogado Kenneth Johns, representante del fondo NM Dart, uno de los cinco que oficialmente ayer aceptaron la propuesta que presentó hace dos semanas el secretario de Finanzas Luis Caputo ante el "special master" Daniel Pollack. Los "clerks" del juez le informaron a Johns que la Corte había recibido un pedido formal de Robert Cohen, el abogado de Elliott, para abrir una nueva audiencia, y que tenían derecho a reclamarla. Dejó claro el juez que la oferta presentada por la Argentina "es competitiva" y que cambia la situación, pero que es necesario escuchar lo que tienen para criticar los bonistas que no la aceptaron y a exponer los argumentos por los cuales la consideran insuficiente. Si Griesa finalmente avala el pedido del fondo de Paul Singer para que haya una nueva audiencia formal, todo el proceso se extendería en el tiempo y la posibilidad de la aplicación del "stay" se alejaría más allá de febrero. Sucede que Griesa sostiene el plazo hasta el jueves de esta semana para que presenten los escritos los abogados de los holdouts que se oponen (Elliott, Aurelius, Olifant, etc.), pero si finalmente hay una nueva audiencia, ésta podría ser organizada para la próxima semana. Así, aun si no atendiera los reparos de los acreedores, tardaría unos días más en dar su aprobación a la propuesta argentina, lo que llevaría inevitablemente los tiempos a marzo.
Pero Griesa va por más. Se supo ayer, en la comunicación con Johns, que para considerar como sólida y válida 100% la propuesta que llevó a Nueva York Caputo, el país deberá cumplir con dos cláusulas. La primera es que se apruebe en el Congreso argentino la derogación de la ley cerrojo por la cual el país no puede reabrir, y mucho menos mejorar, el canje de deuda según las condiciones impuestas en 2010. Griesa había rechazado la modificación que en su momento impuso el Gobierno de Cristina de Kirchner en 2013, y que reabría el canje sólo con las condiciones de 2010. Eran tiempos en los que el Palacio de Hacienda era dirigido por Hernán Lorenzinoy se intentaba convencer a la Cámara de Apelaciones de Nueva York de la voluntad de la Argentina de negociar con los acreedores. No le fue bien al país en esa instancia y todo pasó a la última oportunidad ante la Corte de los Estados Unidos, que finalmente rechazó la apelación. Todo volvió al juzgado de Griesa, que nuevamente reclamó que se derogue la ley cerrojo y se les pague a los fondos buitre lo que marcaba su fallo. Ahora el juez considera que vuelve a ser necesaria esta especie de "prueba de amor" antes de avalar la propuesta. Lo segundo que podría reclamar el juez es que se haga una especie de pago de garantía ante los cinco acreedores que aceptaron la propuesta, para demostrar fehacientemente que hay desde Buenos Aires voluntad de pago. Lo dejó claro Pollack en una conversación con los negociadores argentinos que durante tres días coparon su juzgado. El negociador les explicó a los enviados de Macri que en el juzgado de Griesa hay mucho mal humor acumulado contra el país, fruto de la herencia recibida en los tiempos en los que Axel Kicillof discutía el futuro del "juicio del siglo".
Fuente: ámbito financiero