Blindan la frontera con más de 2.100 gendarmes y soldados
20/07/2025. Noticias sobre Justicia > Noticias de Argentina
Ampliaron el Plan Güemes a Aguas Blancas, Salvador Mazza, Orán y Tartagal. Fuerzas federales articularán acciones con tropas militares de la Operación Roca.
Con la resolución 830/2025, publicada el miércoles último, el Ministerio de Seguridad de la Nación amplió el Plan Güemes, lanzado a fines de 2024 en Aguas Blancas, a otros tres municipios del caliente borde fronterizo de Salta con Bolivia: San Ramón de la Nueva Orán, Salvador Mazza y Tartagal.
¿Cómo operarán las fuerzas federales en coordinación con el Ejército y la Policía de Salta? ¿Cuáles son los puntos fronterizos que aparecen el radar como "sectores críticos de empeñamiento"?
Detrás de la resolución 830, hay un plan con objetivos, estrategias, roles y coordinaciones descriptas para fuerzas y organismos tanto nacionales como provinciales, en el intento de frenar el crecimiento del narcotráfico, el gran contrabando y otras expresiones del crimen organizado ramificadas en las últimas décadas a ambos lados de la extensa línea limítrofe con Bolivia.
La Plan busca corregir deficiencias y responder a realidades críticas de la permeable frontera norte. Una de esas realidades es la desarticulación casi total del Sistema Integrado de Vigilancia (SIV), que dejó desprotegida vastas zonas de la porosa línea internacional con Bolivia.
Sistema desarticulado
La falta de mantenimiento y la pérdida de componentes clave del SIV convirtieron en papel mojado un sistema que alguna vez prometió blindar los pasos internacionales más vulnerables. Bandas criminales aprovecharon su inoperatividad para instalar un corredor de ingreso y egreso de droga, vehículos robados, contrabando masivo y hasta de saqueo de infraestructura ferroviaria a través de inmuebles fronterizos y pasos no habilitados.
Nuevo intento de control
Con el Plan Güemes, años después del repliegue de fuerzas federales que dejó al operativo Escudo Norte maltrecho, la cartera que conduce Patricia Bullrich vuelve a apostar por una estrategia de saturación territorial y coordinación interjurisdiccional para frenar la expansión del delito transfronterizo. La propuesta incluye el despliegue de fuerzas federales, operativos integrados con tropas militares en los flancos internacionales de los departamentos San Martín y Rivadavia, refuerzo de controles en rutas y mayor vigilancia de pasos legales e ilegales, con asistencia tecnológica en puntos clave.
Mientras la frontera de Aguas Blancas fue reforzada con 310 efectivos adicionales Gendarmería Nacional, Policía Federal y Prefectura Naval, el Ministerio de Defensa, conducido por Luis Petri, dispuso en mayo la movilización de 1.900 efectivos del Ejército hacia el área de Tartagal y Salvador Mazza, a través del denominada Operación Roca.
La elección de Salvador Mazza como nueva área de intervención no es casual. En esa ciudad fronteriza, el crimen organizado se ha mimetizado con la economía local. El narcotráfico y el contrabando no sólo operan en las sombras, sino que inyectan dinero en sectores visibles: comercios, inmuebles, transporte y hasta obras privadas. Los clanes familiares armados se convirtieron en actores económicos, al calor del desempleo, la informalidad y una infraestructura fronteriza obsoleta que no da abasto ni para el tránsito legal.
En Orán, epicentro original del Plan, los resultados aún son modestos. Aguas Blancas continúa siendo una puerta giratoria para el cruce de mercadería ilegal y droga, en gran parte debido a la anarquía que impone el río Bermejo. Allí, los bagayeros –organizados en cooperativas como "El Fronterizo"– siguen activos, con métodos cada vez más sofisticados, y en algunos casos ligados directamente al tráfico de estupefacientes. El narco-bagayeo es hoy una de las modalidades más visibles del delito híbrido que mezcla contrabando histórico con transporte de drogas.
Tartagal, foco creciente
Tartagal fue incluida en la ampliación del Plan Güemes por su función clave en la logística delictiva del norte. Conectada por la ruta nacional 34, una de las líneas calientes de la droga, la ciudad cabecera del departamento San Martín es un punto de "acopio, redistribución y ocultamiento". Desde allí, cargamentos de estupefacientes cruzan hacia grandes centros urbanos del país y puertos de exportación. La permeabilidad de los caminos rurales y picadas clandestinas multiplican las vías de ingreso. A eso se suma el avance del microtráfico, el robo de camionetas de alta gama y una creciente violencia urbana vinculada al narcomenudeo.
Una economía paralela
El contrabando en el norte salteño no es un fenómeno nuevo, pero sí mutante. En Aguas Blancas, la actividad es casi parte de la cotidianeidad. Se cruzan los más variados artículos, desde alimentos, ropa, calzados y electrodomésticos, hasta cigarrillos, combustibles, granos, hojas y coca y estupefacientes. En el borde de Orán la mercadería circula en gomones, lanchas o vehículos adaptados con doble fondo. Incluso se llegó a detectar la construcción de puentes flotantes con gomones para el cruce nocturno.
Fuente de la Información: El Tribuno