Belén se salvó de milagro y su agresor será juzgado
03/06/2018. Noticias sobre Justicia > Noticias de Salta
Belén López pidió garantías para el juicio, que se inicia el 8 de agosto. Dijo que hasta que la condena no esté firme su miedo crece día a día.
La Justicia salteña fijó fecha para que Luis Gonzalo Reyes sea juzgado por homicidio agravado por violencia de género en grado de tentativa y otros cargos en contra de Belén López Figueroa.
La brutal agresión que tuvo a la víctima treinta días en coma, soportando decenas de intervenciones quirúrgicas será ventilada y juzgada a partir del 8 de agosto.
Al respecto el abogado defensor de la víctima José Ortín dijo que su defendida estará presente en la sala de grandes juicios, pero que su permanencia en la misma estará acotada al primer día y cuando se dicte sentencia.
El letrado fundamentó que la sola presencia del individuo encartado le provoca pánico a su defendida y que la misma le aseguró que mientras no esté firme gran sentencia su temor no puede ser superado.
Belén López Figueroa recordó algunos de sus día más negros.
"40 días estuve intentando recordar a mis seres queridos, a mis afectos para aferrarme de nuevo a la vida, que un día volvió a mi cuerpo”, cuenta la joven.
“Solo cuando llegué a mi casa tuve ese deseo de volver a ser Susana Belén, de ser feliz como cualquier chica.Esa historia de tanto dolor, de meses alimentándome con una sonda, un año sin poder hablar encierra un mensaje a los jueces y todas las personas que juzgarán a quien casi me tronchó la vida para siempre”.
“Después de un coma de casi tres semanas, aseguró que estuvo confundida muchos días, veía a las personas pero no sabía quiénes eran. Los golpes recibidos aquel 14 de diciembre de 2016 me destrozaron la mandíbula. El corte en el cuello me seccionó la tráquea”.
“Ese hombre falló esa vez y hoy les pido por mi vida y la de mi familia. Les pido que no vuelvan a fallar, que no me abandonen y que me devuelvan la posibilidad de hacer realidad alguno de los pocos sueños que tuve”.
Belén dijo que ahora está trabajando y buscando nuevos horizontes para su vida, que el juicio oral y público de su caso no es un trámite burocrático sino una bisagra en el tiempo.
"No puedo vivir pensando que la Justicia aún no se expidió. No sé si lo van a condenar a muchos años, no sé si lo van a dejar en libertad, no sé a qué atenerme. Mi futuro comenzará cuando la Justicia lo quite de mi camino, entonces podré como dicen ser libre, sin amenazas veladas, sin sueños persecutorios”.
“La verdadera libertad no puede soportar la idea de un cuchillo sobre mi cuello. Quiero cerrar definitivamente una etapa de mi vida anterior, antes de que la ciencia médica y los profesionales del San Bernardo me dieran una chance más”.
“Estoy viviendo otros mundos con otras gentes y no deseo una puerta al pasado, es por eso que pido a los jueces que sean conscientes de mi sufrimiento y que me garanticen la seguridad para mis futuros días, eso es todo lo que pido", se sinceró.
Antes del brutal atentado hubo interminables denuncias sobre el frustrado femicida. También una orden de prohibición de acercamiento que no se cumplió. La consigna policial fijada solo fue un día y una mañana; cuando ella estuvo sola, ocurrió lo que tanto temía.
Belén al respecto dijo: "Finalmente la fecha es todo un desafío para mí, debo enfrentarme a mi pasado por última vez y por eso pido garantías de que sea por última vez. A partir de allí seré lo que siempre quise ser. La libertad mía depende mucho de la condena de este señor”.
“Para no tener que vivir pensando en huir, pensando en esconderme, tratando de no ser quien siempre fui, para volver a casa y que en la oscuridad de Floresta no me aceche la muerte", finalizó.
Fuente de la Información: El Tribuno