Abuso en la iglesia: el acusado aseguró que no cuidaba al nene
24/02/2018. Noticias sobre Justicia > Noticias de Salta
Comenzó el juicio contra Luis Miguel Girón, acusado de abusar de un niño de 7 años.Ante el tribunal, dijo ser inocente y que él controlaba al grupo scouts de los más grandes.
Después de casi dos años de espera, ayer comenzó el juicio contra Miguel Luis Girón, acusado de abuso sexual gravemente ultrajante y coacción en perjuicio de un niño de 7 años en medio de la celebración más importante de la Iglesia Ortodoxa, la fiesta de San Jorge.
Vestido con un pantalón beige y camisa blanca, Girón se sentó frente al juez Pablo Farah (el tribunal es unipersonal), y tras escuchar la requisitoria penal en su contra aceptó declarar y que le hicieran preguntas.
Ante la sala apenas poblada de los familiares de la víctima y de personas cercanas a él, Girón negó ser el responsable del grupo de boys scouts de la iglesia, afirmó que es solo un colaborador, y también reconstruyó hora por hora sus actividades el 24 de abril de 2016, fecha en la que fue denunciado el abuso.
Según el imputado, quien llegó en libertad al juicio, ese domingo por la mañana arribó a las 9 a la iglesia ortodoxa (en calle Pellegrini tercera cuadra), para participar del rezo del rosario. A las 9.30, afirmó que llegó "Norma" a quien identificó como la responsable del grupo de scouts y, por lo tanto, su jefa.
A las 10, explicó, comenzó la liturgia en el templo, y allí estaba el grupo de scouts y también los chicos que van a catequesis. Los más chiquitos se quedaron adelante, al cuidado de Norma, según sus palabras, mientras él permaneció parado atrás, "para controlar a los más grandes".
Girón afirmó que el niño de 7 años estaba adelante, junto a su hermana de 19 años, quien también colaboraba con los scouts.
Tras la liturgia, describió, se hizo una procesión pequeña con los chicos llevando ramitas de olivo, ya que ese domingo coincidían dos conmemoraciones: el día de San Jorge con el Domingo de Ramos.
Ante el juez Farah, Girón dijo que estuvo en la iglesia hasta las 12.15, cuando se fue a un cumpleaños al que estaba invitado en el barrio Alto Molino, trasladándose en un ómnibus del corredor 5A.
Por la tarde regresó a la iglesia a las 16.30, los chicos ya estaban formados para la procesión en honor a San Jorge. Según Girón, adelante estaban las banderas y los "lobatos" -como les dicen a los scouts más chiquitos-, a cargo de Norma. "Yo me ubiqué al final, como me habían dicho que lo haga, para cuidar el comportamiento de los más grandes", añadió.
Luego de la procesión, sostuvo el acusado, ingresó la imagen de San Jorge a la iglesia; a continuación se sirvió una chocolatada a los chicos. "Eso terminó cerca de las 19, y a las 19.30 me fui", afirmó.
Cuando le preguntaron sobre el abuso, respondió que no podía decir nada porque "desconozco lo que pasó" y "no tengo idea de por qué me acusan".
Contradicción
En su declaración, en respuesta a preguntas del fiscal penal 1 de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, Federico Obeid, el acusado recordó que se unió a la comunidad de la Iglesia Ortodoxa en 2013, los dos años siguientes se ausentó, y regresó a principios de 2016.
Según Girón, el niño y la hermana se unieron al grupo y él los conoció el fin de semana en el que ocurrió el abuso.
Su versión no coincidió con lo que luego dijeron, ante el tribunal, el padre y la madre de la víctima, quienes aseguraron que la hermana hacía ya un tiempo que colaboraba con los scouts y que el menor también había comenzado a ir antes, tanto que ya había participado de dos campamentos a los que fue acompañado por la madre, en uno, y por la hermana, en el otro.
Ayer, en la primera audiencia del juicio, declararon, además del acusado y los padres del niño, otros seis testigos, entre ellos el párroco de la iglesia ortodoxa, Adolfo Barrionuevo.
El próximo lunes, desde las 9, en la Sala III del Tribunal de Juicio habrá una nueva audiencia y se espera que en ella declaren otros ocho testigos.
“Él no puede andar libre”
“Como familia llegamos con muchas expectativas a este juicio; nuestro mayor deseo es que se determine la verdad y que se haga justicia de una vez por todas, y eso incluye que el acusado vaya a la cárcel”. El abuelo del niño al que Luis Miguel Girón habría abusado se muestra esperanzado en la decisión que tome el tribunal que juzga el caso.
Girón, de 33 años, “no puede andar libre. Estuvo preso seis meses, pero por esas chicanas puestas por la defensa, salió en libertad”, recordó el abuelo. En efecto, el hombre acusado de abuso sexual gravemente ultrajante y coacción permaneció detenido entre abril y octubre de 2016, tras lo cual recibió la libertad aunque la investigación y el proceso penal en su contra prosiguió.
“Mi nieto fue a la procesión de San Jorge con su hermanita y en un descuido, aprovechando la autoridad que Girón tenía sobre él, lo llevó con engaños a un lugar determinado de la iglesia y ahí ocurrió el abuso”, recordó.
“Que esté en libertad no quiere decir que sea inocente ni tampoco que esa medida lo vaya a eximir de responsabilidad. Nosotros esperamos que ahora sí se determine definitivamente que es culpable y que vaya a la cárcel”, insistió.