Pasión
12/09/2013. Rincón Literario > Poesía
Almafuerte no escatima adjetivos para describir a su amada y todo lo que el amor es capaz de dar.
	Tú tienes, para mí, todo lo bello
	que cielo, tierra y corazón abarcan;
	la atracción estelar ¡de esas estrellas
	que atraen como tus lágrimas!;
	
	II
	La sinfonía sacra de los seres,
	los vientos, los bosques y las aguas,
	en el lenguaje mudo de tus ojos
	que, mirándome, hablan;
	
	III
	Los atrevidos rasgos de las cumbres
	que la celeste inmensidad asaltan,
	en las gentiles curvas de tu seno...
	¡oh, colina sagrada!
	
	IV
	Y el desdeñoso arrastre de las olas
	sobre los verdes juncos y las algas,
	en el raudo vagar de tu memoria
	por mi vida de paria.
	
	V
	Yo tengo, para ti, todo lo noble
	que cielo, tierra y corazón abarcan;
	el calor de los soles, ¡de los soles
	que, como yo, te aman!;
	
	VI
	El gemido profundo de las ondas
	que mueren a tus pies sobre la playa,
	en el tapiz purpúreo de mi espíritu
	abatido a tus plantas;
	
	VII
	La castidad celeste de los besos
	de tu madre bendita, en la mañana,
	en la caricia augusta con que tierna
	te circunda mi alma.
	
	VIII
	¡Tu tienes, para mí todo lo bello;
	yo tengo para ti, todo lo que ama;
	tú, para mí, la luz que resplandece,
	yo, para ti, sus llamas!
	 
 
                         
                         
                         
                        