Lesa humanidad: defensores piden absolución para Guil, Gentil, Mendíaz, Liendro y Guaymás
23/06/2015. Noticias sobre Justicia > Noticias de Argentina
Los defensores oficiales María Ximena Colombres y Oscar Tomás del Campo pidieron ayer la absolución de los hombres que están siendo juzgados por delitos de lesa humanidad cometidos en Salta en perjuicio de 18 personas, nueve de las cuales fueron asesi
“No comparto en absoluto las tesis que (la Fiscalía y las querellas) fueron presentando en todas las causas”, las pruebas “no alcanzan los estándares exigidos”, advirtió. Del Campo defiende a cinco de los seis imputados: los ex jefes policiales Joaquín Guil, Miguel Raúl Gentil, Virtom Modesto Mendíaz, Néstor Liendro y Abel Guaymás. Con un discurso que despertó malestar en los pocos familiares de víctimas del terrorismo que ayer estuvieron en la sala, Del Campo mezcló apreciaciones del tipo “vamos a volver al famoso plan sistemático (de eliminación de personas)” con argumentaciones acerca de la falta de pruebas y un olvido del contexto en el que se cometieron estos hechos. En el caso del ex policía Carlos César Martínez, por cuyo asesinato tienen pedidos de prisión perpetua Guil y Gentil, dijo que “no se sabe” quién lo secuestró y mató: “es un drama, pero ese drama no puede ser resuelto por ese cliché, porque ya es un cliché, del plan sistemático, la cadena de encubrimiento. (…) En todos los juicios lo mismo”, se quejó.
Antes, al referirse a las desapariciones de Lidia Telésfora Gómez de Colqui, su hijo Alfredo Colqui y su hermano Rolando Gómez, hechos por los que se pide prisión perpetua a Guil y a Mendíaz, recomendó: “No hay que insultar en ningún momento la inteligencia” en referencia a la supuesta falta de pruebas. Argumentó que “a los fines (de condena) se utiliza cualquier medio” así “se diluye la búsqueda de la verdad”; “al mejor estilo maquiavélico se utiliza el famoso hombre de atrás” (autores mediatos) para sostener las acusaciones contra los jefes policiales, añadió. Y forzó un paralelismo entre el plan de aniquilación de la represión y los procesos judiciales actuales: “Desde el punto de vista jurídico se hace lo mismo (…) ahora se aniquila con esto, con las causas. También aseguró que no se sabe quién secuestró y asesinó al militante del peronismo revolucionario Rubén Yáñez Velarde, por el que está acusado Gentil. Lanzó otra frase polémica: “Hay gente muerta, sí, pero acá también hay gente”, interpeló antes de insistir en que “hay una utilización maniquea de la fuerza probatoria, una utilización forzada de la prueba, porque (se interpreta que) hay que dar una respuesta positiva, porque la sociedad espera”. En el alegato por los asesinatos de los jóvenes René Esteban Locascio Terán y Ramón Antonio Díaz Romero el defensor se valió del hecho de que en este proceso sólo se juzga a los jefes de la Policía provincial, Gentil y Guil, y no a miembros de la Policía Federal que participaron de ese procedimiento. “La investigación tiene que ser completa para no violar el principio de congruencia”, sostuvo.
Por las detenciones ilegales de Alfinio Oroño, Mario Amelunge Vargas, Pablo Salomón Ríos, Nital Díaz, Ricardo Munir Falú, Hugo Mazza y Lucrecia Barquet argumentó que la Policía actuó bajo el control operacional del Ejército. Hizo una defensa de la obediencia debida dijo que: “La Policía estaba subordinada” y que la “cadena de mando era absolutamente cumplida”, si se iba en contra se les aplicaba el Código de Justicia Militar. Sus afirmaciones fueron rechazadas por familiares de víctimas. “Es lo que siempre dicen”, recordó Clotilde Ragone. Elia Fernández, de HIJOS, cuestionó las palabras “despectivas” del defensor para con las víctimas.