Casación frenó el traslado de Bertuzzi a la Cámara Federal
18/07/2018. Noticias sobre Justicia > Noticias de Argentina
La integración de la Cámara Federal, el tribunal clave del que dependen que prosperen los casos de corrupción o queden en la nada, sigue generando tironeos que impiden al Gobierno avanzar con su plan.
El tribunal, que está conformado por dos salas con tres jueces cada una, hoy solo tiene tres jueces en funciones: el histórico Martín Irurzun, Leopoldo Bruglia (que era juez de tribunal oral y fue directamente trasladado a ese tribunal con el apoyo del oficialismo) y el recién arribado Mariano Llorens, que llegó por concurso y con el aval de la mesa de justicia de Cambiemos.
Los otros tres sillones están vacantes y hay un concurso en marcha en el Consejo de la Magistratura para cubrir dos de esos lugares.
Pero, mientras tanto, el Gobierno impulsa integrar al tribunal al juez Pablo Bertuzzi, un judicial histórico, que por estas semanas integra los tribunales orales que están a cargo de los juicios contra Amado Boudou y contra Julio De Vido.
El Consejo de la Magistratura le pidió opinión a la Irurzun, Bruglia y Llorens de la Cámara Federal, para ver si acogían a su nuevo compañero. Pero dos de los camaristas se opusieron a que llegara trasladado. Si bien es un mecanismo legal, Irurzun recordó que no es el que señala la Constitución.
La opinión no es vinculante, pero de todos modos el oficialismo en el Consejo de la Magistratura quiere avales para disponer el traslado. Por eso, en una medida inédita, le pidió opinión a la Cámara de Casación Penal, el tribunal que está por encima de la Cámara Federal.
Así, ayer se reunió la Comisión de Superintendencia de la Casación integrada por 5 jueces para analizar si le daban, o no, el visto bueno a Bertuzzi.
Alrededor de la misma mesa se sentaron Carlos Mahiques, Eduardo Riggi, Alejandro Slokar, Mariano Borinsky. Ayer, en tanto, juraron los nuevos jueces Diego Barroetaveña y Daniel Petrone, que se sumaron a la Sala I de Ana María Figueroa. En esa sala, el conciliábulo para elegir presidente fue picante. Al cabo de más de una hora, Barroetaveña se sumó a la reunión como presidente de la Sala I.
Los jueces debatieron sobre si Bertuzzi debía o no integrar la Cámara Federal. Observaron que esta opinión no se les había pedido antes, cuando fue trasladado Bruglia, y menos cuando se fue del tribunal Eduardo Farah, el juez que liberó a Cristóbal López.
Los camaristas no se pusieron de acuerdo. Mahiques, que llegó a la Casación Federal desde la Casación Nacional, apoyó el traslado de Bertuzzi. Barroetaveña se mostró de acuerdo. Pero Slokar dijo que había que tener más información para decidir. Borinsky también se inclinó por pedir datos, al igual que Riggi. Y así se resolvió solicitar información al Consejo de la Magistratura para conocer las razones de Bertuzzi para pedir su traslado, y al propio tribunal que integra este juez para conocer la agenda de juicios que tienen por delante.
La respuesta llegará cuando terminen las vacaciones de invierno, pero algunos de los jueces creen que al final será abstracta porque el 10 de agosto es el examen escrito del concurso para cubrir las vacantes en la Cámara Federal.
Esta medida de la Casación de resistir el traslado de Bertuzzi pidiendo más información fue interpretada en tribunales como un freno, al menos momentáneo, a la intención del Poder Ejecutivo de lograr el traslado del juez. "Creían que bajo el paraguas de Mahiques para llegar al tribunal, también iban a llegar otros jueces, pero no es así", deslizó un magistrado.
Los jueces de Casación parecieron en sintonía con el juez de la Corte Ricardo Lorenzetti, el impulsor de la última acordada sobre subrogancias que frenó los traslados. Máxime cuando el Congreso ya aprobó una ley de subrogancias, que prevé que las suplencias de un juez se cubran por sorteo de otro tribunal. Por ejemplo, en el caso de la Cámara Federal, el suplente se debería sortear de los jueces de la Cámara en lo Penal Económico.
El oficialismo en el Consejo de la Magistratura, de todos modos, insistirá con el traslado, aun cuando esto siga generando desgaste en la figura de Bertuzzi, que -según sus allegados- se siente manoseado desde que se inició todo este proceso.
LA NACION